Wrong Number | Min Yoongi |

Final

9 de febrero.

Narrador Omnisciente. 

Todos los graduandos se dirigían hasta el salón principal de actos, aquellas paredes que los habían acompañado durante tres largos años, los custodiaban también en esa ocasión. 

Su último día en ese lugar había llegado, la graduación los esperaba con los brazos abiertos.

Lágrimas de felicidad mezcladas con nostalgia se escabullían entre los rostros de los presentes, lo que durante el proceso había parecido una espera interminable, al encontrarse todos con aquellas togas largas cubriendo sus cuerpos, se convertía en una lluvia de estrellas fugaces que llevaba sus recuerdos consigo. 

Minutos después del inicio de la ceremonia, los estudiantes de doceavo uno fueron llamados al estrado. Debajo de la toga, Minji lucía un vestido rojo vino que la hacía resaltar entre los demás por lo hermosa que se miraba. Su acompañante era uno de sus compañeros de clase, con el cual, a pesar de no ser los mejores amigos, siempre habían mantenido una buena amistad.

Cuando los estudiantes de doceavo dos culminaron con su participación, los estudiantes de doceavo tres fueron llamados.

Los presentes no pudieron evitar reír al ver a Minjun subir por su diploma, su caminar lo hacía ver como la persona más elegante en la sala, pero que le giñara a su novio desde el estrado y verlo sonrojarse después por haberlo hecho, provocó que todos soltaran una ligera carcajada.

Sin embargo, a pesar de las alegrías que la noche traía consigo, Yoongi no podía dejar de poner su pierna y morder sus uñas a causa de los nervios. La decisión había sido tomada y no sabía cómo reaccionaría su novia ante ello.

Si es que seguían siendo pareja, después de todo.

Volteaba su cabeza de un lado a otro a la espera de su amada, enfocando su mirada en cada fémina que se adentraba en la sala con la esperanza de que fuera ella. En las últimas semanas, no se habían comunicado con la frecuencia con la que solían hacerlo. Ambos habían decido tomarse un tiempo para poner en calma la tormenta de pensamientos que pasaba por sus mentes.

Segundos después, el nombre de Yoongi se hizo escuchar a través de los parlantes, indicándole que la hora de subir por su título había llegado. El revoltijo de ideas le provocaba dolor de cabeza, y, por alguna razón, ardor en el estómago. 

La inquietud y ansiedad gobernaban en su cuerpo en ese momento, ¿y cómo no estar nervioso? Si al ser el estudiante de mejor promedio de su generación, había sido escogido para dar un discurso de despedida y aliento en nombre de todos sus compañeros de curso. Al estar parado frente al público, sujetó el micrófono entre sus manos y sin poder evitarlo, soltó un suspiro exasperado que fue causante de otra carcajada por parte de los presentes.

— Tres años. — Pronunció, obviando el saludo inicial de su discurso. — Tres largos años han pasado desde que, juntos, nos propusimos una meta en común. Algunos de nosotros tuvieron que dejarlo y apartarse del camino sin haber cruzado el listón antes, otros se unieron tiempo después, y el día de hoy se encuentran caminando con nosotros hasta la línea de meta. — Caminaba de lado a lado en un intento de disimular la tensión que sus piernas tenían. — Sin embargo, existe algo más allá de lo que hemos conocido hasta el momento, esta meta es solo una de las primeras que encontraremos en el camino, y, se preguntarán, ¿cómo haremos para alcanzar las demás? Algunos lo harán caminando, otros trotando, y es posible que algunos tomen la decisión de correr hasta ellas, pero todos somos capaces de llegar si así nos lo proponemos.