Capitulo 14

281 18 5
                                    

- Oye ya es tarde y Mía no aparece – decía Anabell mirando por la ventana del hotel

- Relájate, en estos momentos le deben estar dando hasta para llevar. No debe tardar – respondió Anahí, mirando la pantalla de su IPad

- Si Anita, tranquila, no tarda ya verás – dijo Alex cuando llegó hasta donde estaba y le frotó la espalda para tranquilizarla -

Minutos más tarde un auto negro aparcaba cerca de la entrada principal del hotel

- Mira, mira, mira, mira – dijo Alex que había pegado su rostro a la ventana – he visto antes a ese auto. debe ser míster elegancia - las chicas se acercaron para ver por la ventana de la habitación, y una vez pasados unos momentos, una figura con una chaqueta azul y pantalones negros bajó de aquel auto y entro al hotel, inmediatamente después aquel automóvil se integró al tránsito de la ciudad.

- ¡Ya llegó! - gritó Anahí corriendo hacia la puerta, las demás salieron tras ella.

En el lobby del hotel, caminaba a paso veloz una Amelia sigilosa, mirando hacia todos lados, tratando por todos los medios de no toparse con nadie conocido. La chica se vio a sí misma en una escena de película de acción tratando de pasar desapercibida mientras la música de misión imposible se reproducía de fondo, casi podía escuchar la voz de Tom Cruise en un auricular en su oído. La chica negó con la cabeza mientras sonreía ante su fantasía.

Dobló hacia los ascensores y presionó el botón, instantes después las puertas se abrieron para dar paso a los rostros emocionados de sus amigas. Las chicas se abalanzaron sobre ella al tiempo que la rodeaban y la apretujaban todas juntas.

- Shhh – pidió Amelia – vengo escondiéndome de Rodríguez - ¿saben dónde está?

- Rodríguez está en junta con el rector del instituto, va a tardar – comentó Alex, haciendo un ademan con su mano para restarle importancia.

- Además ¿porque te regañaría? Oficialmente tu no pasaste la noche fuera – le guiñó el ojo con complicidad – dijo Anahí

- ¿De verdad? - dijo impresionada - ¿y como le hicieron? - frunció el ceño divertida -

- Primero lo primero – dijo Anabell con las manos abiertas - ¿qué pasó con el grandote? - dijo moviendo las cejas con curiosidad mientras le sonreía, Amelia soltó la carcajada -

- Si Mía, sin creas que vamos a permitir que nos dejes en ascuas – dijo Anahí, señalándola con el dedo.

- La expresión de satisfacción está muy presente en tu rostro. Además, esto es nuevo – afirmó tocando la chaqueta que llevaba puesta – así que suéltalo – agregó Alex con las cejas alzadas. Las tres pusieron las manos en la cintura, esperando que la pelinegra hablara.

- Bien – levantó las manos derrotada, mirando hacia abajo, segundos después levantó ligeramente la cabeza y las miró traviesa – pero en la habitación. La última que llegue, invita los cafés – y salió corriendo hacia el pasillo que rodeaba al lobby y daba a los ascensores laterales, para ser la primera en llegar a la habitación que compartía con sus amigas. Las tres jóvenes soltaron un gritito y salieron tras Amelia que les llevaba algunos pasos de ventaja.

Una vez en la estancia, la joven les contó lo que había sucedido una noche atrás, la cena, la plática y en resumen la noche que pasaron juntos, sin demasiados detalles. Solo resaltó lo más importante, sus atenciones, su casa enorme y la variedad de pinturas que encontró en uno de los pasillos de la planta alta, su gusto por la época medieval y la lectura que estaba presente en las múltiples armaduras y la gran biblioteca de su casa, el embriagante olor de la colonia que utilizaba, entre otras cosas.

Hasta que te conocí. (Mycroft Holmes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora