Amor Y Venganza

Capitulo 3

— ¿se recuperará?

—lo hará, pero tiene que estar bajo una supervisión rigurosa —explicaba Snape —pero... ahora es prácticamente como un títere...

— ¿Qué? —grito Sirius.

—debe tener algún hechizo que le impide alejarse de ese lugar y evita que... —lo último dudaba en decirlo.

— ¿Que evita?, hablá —volvio a gritar.

—Sirius, cálmate —le grito Remus.

—creo que sería mejor esperar a que despierte, él también merece saber la verdad —informaba —ire a por algunas cosas, volveré mañana.

— ¿Tantas cosas traeras para tardar tanto? —pregunto Sirius.

—eso no te incumbe, Lucius, Lupin y Cissa, por favor cuidenlo, no sé cuándo despertará pero estará bien —se levantó de la silla y camino hacia la puerta, la abrió un poco —solo estén con el durante las noches o cuando tenga alguna pesadilla, no le den a beber ninguna poción por el momento —fue lo último que dijo, salió y la habitación quedó en silencio, tanto que cuando empezó a descender se escuchaban sus pasos y el rechinar de las gradas.

— ¡Demonios! —Sirius dió un golpe con el puño a la pared —si tan solo no hubiera ido a Azkaban —apretaba los dientes con furia —esto no hubiera pasado, no hubiera perdido a mi tonto hermano y tampoco a James...

—tienes que calmarte —le decía Remus

—como quieres que me calme —le levantó la voz —despues de todo lo que a sufrido Harry, tu no sabes lo que se siente —las palabras afectaron a Lupin, aunque el no quisiera demostrarlo.

—ten más cuidado con tus palabras, Black —amenazaba Lucius —no me provoques y no le vuelvas a levantar la voz.

—Suficiente —Narcissa grito —sera mejor que salgamos, hay niños presentes y uno de ellos está enfermo, bajemos a la sala y dejen de gritar —les dijo con suavidad.

—yo me quedó —demando Draco, los mayores solo le dieron el permiso con la condición que les avisará que pasaba algo con Harry.

—donde... ¿Dónde estoy? —todo a su alrededor era blanco, estaba solo —alguien... hay alguien —seguia preguntando —por favor —su voz empezaba a quebrarse —no me gusta... estar solo

—Harry... —escucho en un susurro —Harry, mi pequeño

— ¿Quién eres? —pregunto alarmado.

—no estás sólo —sintió que aquella persona estaba a su lado —siempre estamos contigo, mi bebé —sintió que algo cálido lo envolvía —no tengas miedo... estamos aquí —lo consolaba —pronto nos volveremos a ver, mi pequeño, ya no llores.

—estoy solo... no me gusta —seguia llorando —nadie me quiere... solo quiero morirme y ya no estorbar a nadie.

—no... no estás sólo —Harry sintió que sus lágrimas eran secadas —nosotros te queremos, te amamos y no sabes cuánto ansió estar a tu lado nuevamente, mi pequeño no eres un estorbo —sintió un beso en la frente —cuando despiertes estarás rodeado de personas que también te quieren y esperan tu regreso, permanece a lado de tu tío y sus amigos hasta que nos volvamos a encontrar, no llores más, solo espera un poco más

—no te vayas —gritaba.

—solo un poco, hijo mío —vio una sonrisa, Harry trató de correr hacia aquella persona, cuando estaba por agarrar su mano despertó.

—Harry... —fue abrazado por Sirius —gracias, gracias —decia entre lágrimas —pense que no despertarias... Harry, no vuelvas a hacernos ésto.

— ¿Dónde está?