Solar

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Había pasado la mejor noche de su vida, simplemente se sentía tan bien que le parecía hasta injusto no sentirse avergonzada. Es que simplemente la había pasado tan delicioso que era imposible sentir la más mínima pizca de arrepentimiento.

No solo había pasado una excelente noche con Moonbyul en la cama, sino también en la ducha, después cenaron y luego lo hicieron una vez más antes de dormir. Sencillamente las últimas horas solo podría describirse a sí misma como ebria de placer y felicidad, algo que su corazón parecía gritar con cada latido.

Moonbyul por su lado parecía estar extremadamente sensible a todo, pero a la vez extrañamente tenía una expresión y energía llenas de confianza. El sol de la mañana le golpeaba la mejilla y ella simplemente se dedicaba a mirarla sin pudor.

Sabía que no había hecho nada más que saludar y decir buenos días, pero no parecía necesitar decir algo extra.

Todo ya se había dicho y hecho la noche anterior.

Moonbyul descansaba casi sobre ella mientras paseaba sus dedos sobre la piel de Solar, trazando caminos sin dejar marca.

Solar acarició los labios de Moonbyul con los dedos y sonrió, realmente se sentía embriagada de amor solo de mirarla. Definitivamente la espera había valido cada segundo, desde la primera vez que la vio hasta ahora, en su corazón estaba grabado a fuego el nombre de Moonbyul.

No sabía por qué, pero le daba la sensación de que sin importar quiénes fueran o qué edad tuviesen, desde el principio siempre la habría elegido a ella. Estar así con Byul era la máxima expresión de estar en casa, o al menos eso pensaba Solar.

—Yong —Al fin su querida novia pronunciaba palabra.

— Si dices alguna estupidez para sacarme de este hermoso momento, voy a dejarte la mano marcada en el trasero —Solar sonreía apaciblemente pero hablaba muy en serio.

Byul rió.

— No dije nada —Esa fue simplemente una orden bien dada, Moonbyul puede ser un dolor de cabeza si le das el espacio suficiente.

Respiró hondo y disfrutó de la vista, pasó la yema de los dedos por sobre las marcas en los hombros de Moonbyul, pensando en cómo iban a resolver lo que les restaba del día.

— Byul-ah, sobre Wheein... —Simplemente introdujo el tema.

Byul se cubrió con la manta hasta la cabeza.

—Ya sé

Solar le quitó la manta de la cabeza y se acomodó para quedar a la altura de su rostro.

—No soy quién para decirte como tratar a tu hija, pero si he aprendido algo de los adolescentes es que simplemente no puedes pretender que serán niños por siempre —Dijo mientras le daba una mirada de preocupación—Así como nosotras no lo fuimos, sobre todo tú

Moonbyul apretaba los labios y trataba de apartar la mirada, pero no le funcionó.

—... Yong... —Byul sonrió y respiró profundo antes de responder— creo que nunca tuve este momento antes, digo, en el que converso con mi pareja espontáneamente sobre la crianza de Wheein... Que lindo se siente tenerlo contigo

Definitivamente Moonbyul sabía cómo hacerla sonrojar, esas palabras la llenaron tanto de un sentimiento nuevo e inexplicable que no supo cómo reaccionar.

Byul sonrió al ver el rostro de Solar y luego se levantó, lo que le dio a Yong una vista perfecta de toda Moonbyul mientras esta se paseaba por la habitación buscando ropa para vestirse.

Solar suspiró.

Definitivamente la quería en su vida, no podía dejar de pensar que tener esa vista todos los días sería una bendición.

No hay treguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora