Hwasa

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Había decidido darle una oportunidad a esto de ser idol y se puso a investigar sobre la industria de la música.

Se demoró al menos 5 minutos en saber que necesitaría ayuda y llamó a su suegra.

Hyejin no era una persona a la que se le diera muy bien mentir, así que simplemente le contó todo lo que había estado pasando y cuando terminó, escuchó un grito del otro lado del teléfono y a continuación una palabrería incesante que solo podía ser catalogada como abstracta.

Kim Yongsun era muy fan de ese género musical y se le daba muy bien explicar todo lo que tenía que ver con eso. Así que le colgó para luego escribir lo que fácilmente podría haber sido catalogado como testamento, explicando todo lo que era el proceso de entrenamiento, el tiempo de trabajo, obligaciones, tipos de empresas, tipos de idols, etc etc etc.

Hwasa estaba segura de que no había leído tanto en su vida y la verdad es que no le molestaba, este tema era sorprendentemente interesante.

Las siguientes semanas hasta las vacaciones de verano resultaron eternas, no sólo porque ya no quería tener más clases, sino porque ahora se acercaban las audiciones para las empresas y ella no estaba realmente segura de asistir o no.

Yongsun le dio ánimos e incluso se ofreció a acompañarla, pero Hyejin ya no podía pensar en que saldría bien sabiendo lo mal que trataban las empresas a sus idols.

«Además no podría negar a Wheein» pensaba constantemente, imaginarse diciendo que no tenía novia era algo que detestaba.

Incluso Wheein le habia dicho que estaría bien hacerlo, que si era algo que le gustaba, entonces no habría problema en caso de negación pública. Eso movió a Hyejin por dentro, Wheein sencillamente era como un ángel.

Necesitaba más perspectivas se dijo, cuando terminó hablando del tema con su otra suegra, Moonbyul.

—Si quieres hacerlo no es necesario que estés bajo el sello de una empresa, sería difícil, pero no imposible—Había algo en esa idea que la hacía sentir muy bien.

Hwasa sabía que le encantaba la palabra "difícil", sobre todo si venía seguida de "imposible", era como si se sintiera arrastrada a refutar la imposibilidad, así que le dio una buena sensación cuando Moonbyul le dio su apoyo en eso.

Unos días después decidió ir con su padre a inscribirse a la academia de canto y baile a la que asistía el novio de su primo BM, quien le había recomendado muchas veces el lugar.

Durante todo el proceso se había sentido como si la única insegura sobre todo esto fuese ella, desde su familia hasta sus maestros parecían tan seguros de que iba a salir bien que Hyejin sencillamente empezó a perder excusas, algo que poco a poco la hacía ganar cierto porcentaje de confianza.

Comentarios como "te irá bien" o "ya eres una gran estrella para nosotros" la habían llenado de felicidad, pero la última palabra para convencerla al final la tuvo su abuela.

—Le haces honor a tu nombre, debes estar orgullosa de quien eres— Fueron las palabras de la mujer.

Entonces inició su aventura.

Wheein estaba emocionada, no dejaba de saltar por toda la habitación diciendo lo feliz que estaba de que al fin tomara la iniciativa. Estaba orgullosa, Hyejin lo sabía y no podía evitar sentirse feliz por ello.

—Yo no creo que sea para estar tan emocionados, digo, no sabemos cómo funcionará y si es que fun-

—¡Serás como la versión coreana de Beyonce! Conocerás a Rihanna y podrías hasta hacer una colaboración con Bruno Mars ¡Hyejin! ¡Bruno Mars! —Wheein era un torbellino— ¡Ya sé! Haré un estadio ¡Un estadio con tu nombre! ¿Y qué nombre vas a usar?

No hay treguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora