Moonbyul

78 14 3
                                    

El pasado de Byul siempre fue algo que veía como una serie de sucesos dolorosos, en general cuando recordaba su infancia pensaba "Agh, pero que momentos tan difíciles". Lo que la llevaba a evadirlo la gran mayoría del tiempo, habilidad que aprendió con la edad y la experiencia.

"No tiene caso llorar sobre la leche derramada", se decía y seguía adelante.

Pero algo había cambiado a partir de ese momento, un pedazo de la Byul  infante, pequeña e inocente comenzó a asomarse con frecuencia en forma de flashes de bellos recuerdos que pensó perdidos.

Al ver a Wheein y Hwasa amando y cuidando a Alicia, de cierta manera se recordó a sí misma a una edad tan corta que ni siquiera sentía poder adivinarla.

Era algo mágico.

Byul pensó en sus padres, recordarlos tan jóvenes y llenos de energía la hizo querer visitarlos. Sabía que estaban muy felices con la llegada de Alicia y probablemente habría mucho de lo que quisieran hablar.

Yong la acompañó.

Papá Moon estaba preparando el almuerzo para cuando llegaron, Byul pensó que para estar jubilados se veían genial.

Quiso conversar con su mamá mientras Yong ayudaba a cocinar.

Las mujeres Moon se sentaron en el patio trasero de la casa, cerca de donde la mamá de Byul tenía sus flores.

El olor a césped recién cortado llegó a la nariz de Byul, haciéndola respirar profundo, le gustaba ese olor.

—He estado pensando en ustedes—Empezó— Sabes, todo lo que ha estado pasando es hermoso y solo quería asegurarme de que-

—Yo también te amo, hija mía—La voz profunda de la señora Moon interrumpió el discurso— Sé bien a lo que te refieres, tu papá y yo somos un par de viejos. Es normal que te sientas así

Byul se sintió mal, no sabía si quería que su mamá se lo tomara de esa manera.

—Moriremos algún día igual que todo el resto, solo que algo más temprano—Dijo sonriendo mientras acariciaba el brazo de Byul— Debes estar tranquila, así es la vida y ya que al parecer notaste que no dura mucho, te voy a dar un consejo —La señora Moon sacó uno de sus lirios y se lo entregó a su hija para que lo oliera— Debes estar orgullosa de lo que haces aunque te desvanezcas en el camino, porque esa es la única manera de permanecer inmortal. Así como esta flor es dueña de este aroma, ahora cada vez que huelas algo parecido pensarás en ella y por consiguiente, en mi

Byul pensó que entendía a donde iba su madre con la analogía y se sintió cómoda con ello, así que solo soltó lo que la molestaba.

—Fue tan raro ¿Sabes? Sentirme... Distante de una manera que no me dolía en lo absoluto. Digo, se supone que esas emociones son negativas ¿No? Cuando los hijos se van y hacen su vida...

—En realidad después de tantos años, creo que mi apreciación personal sobre los temas que tengan que ver contigo y lo que hagas no tiene real importancia—Soltó de manera tan casual que Byul se sintió algo aturdida — Solo quiero asegurarme de que entiendes que cuando yo muera, no seré una figura fantasmagorica que te acosa porque no me dijiste que me amabas lo suficiente en vida, lo mismo aplica para el llorón de tu padre

Byul rió.

—¿Entonces está bien sentirla como una persona separada de mi? Porque tengo esta... Sensación de responsabilidad que-

—Hija, Wheein es una persona. No todo lo que haya pasado, pase y/o deje de pasar es tu responsabilidad— Dijo dando un largo suspiro— Pero debo saber reconocer que esa sensación simplemente es parte de tu vida desde que vives esta experiencia. No puedes simplemente desmarcarte de tu familia como quizás los padres muchas veces deberíamos hacerlo. Sobre todo cuando nuestros retoños crecen lo suficiente como para tomar sus decisiones y asumir sus desafíos

No hay treguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora