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El sonido seco del golpe sonó por toda la sala de práctica haciendo eco por la misma, jadeó despacio debido al dolor generado al estrellarse contra el espejo mirando detenidamente como San se acercaba sin duda alguna en sus pasos atacando de inmediato su cuello, besando descaradamente hasta llegar a su labios y atraparlos entre los suyos.
- Mm Sannie puede entrar alguien - Habló aún con su labios pegados a los ajenos intentando seguir el ritmo impuesto por el mayor.
No recibió respuesta. Sin embargo, unas manos se colaron por debajo de su camisa tocando levemente su cintura agarrando con posesividad logrando pegar ambas caderas y crear un roce entre ambas erecciones.
- No creo que venga alguien a esta hora, además será rápido - Besó cortamente sus labios.
Se abrazó más al mayor mirando la puerta de entrada sin poder concentrarse en la mano que ahora viajaba hacia más arriba de su cintura y presionaba su pezón izquierdo haciéndole soltar un gemido sonoro. San, sin poder continuar, suspira y planta un beso en su mejilla tomando la mano ajena caminando fuera de la sala de practicas.
Esta vez se escucha el sonido de una puerta ser cerrada proseguido al sonido del pestillo ser echado. San con cuidado empujo lentamente a Wooyoung contra la pared del cubículo en el cual estaban encerrados, besó nuevamente su mejilla y descendió posando sus rodillas en el suelo llevando directamente sus manos a la hebilla del cinturón desabrochando con desespero y procediendo a desprender el botón del pantalón bajando los mismos hasta que caen al suelo.
Wooyoung, por su parte, le miraba con la lujuria plasmada en sus pupilas dilatadas; eran muy pocas o casi nulas las veces que San estaba dispuesto a darle una mamada, generalmente era él quien las daba y ahora estar recibiendo una por parte de su mayor realmente le estaba excitando. Pasó una de sus manos por el cabello ajeno agarrando sin temor e impulsando un poco sus caderas haciendo que su duro bulto pegara con la cara contraria.
- ¿Desesperado gatito? - ríe y le mira desde su posición baja logrando endurecer más a Wooyoung, si es que se podía.
No dejó que respondiera, pasando una de sus manos por la erección que tenía en frente y tomando con lentitud desesperante el borde del boxer negro, bajándolo sin pensarlo dos veces. Tomó con su mano derecha el miembro ajeno masturbando con habilidad y rapidez, wooyoung gimió echando su cabeza para atrás y tapando su boca en el proceso, mierda lo hacía tremendamente bien.
San sonrió para sus adentros y dejando que el liquido preseminal manchara su mano derecha besó la punta con parsimonia bajando lentamente por toda la extensión hasta detenerse en sus bolas besando una por una y volviendo a ascender hacia la punta. Cuando notó que su mano estaba lo suficientemente mojada sin dudarlo metió el miembro a su boca chupando sin pena metiendo lo más posible a su cavidad bucal.
El menor de ambos se aferró a su cabello y mordió el costado de su dedo índice. Mierda que realmente lo estaba haciendo bien. Se obligó a abrir sus ojos mirando a la persona agachada frente suyo mirando sus ahuecadas mejillas y algunos cabellos rebeldes en su frente pegados gracias al sudor. Gimió con satisfacción disfrutando la vista dada por su mayor, gimió más fuerte al sentir una mano traviesa que había subido por sus muslos terminando entre sus nalgas acariciando con dos de sus dedos y luego sin pudor metiendo uno, gimió nuevamente y miró el techo pensando que debería callar su boca y evitar que alguien que haya entrado al baño descubriera lo que estaban haciendo.
San movió su dedo sabiendo las intenciones de Wooyoung y él no iba a dejar que callara, Woo le debía una y este era el momento para cobrarlas, metió un segundo dedo moviendo con un poco más de fuerza buscando un punto específico en Wooyoung.
Wooyoung gimió, ser estimulado de ambas formas lo estaban volviendo loco y con menos voluntad de querer callarse, soltó varios gemidos y entre ellos el nombre de San.
- ¡Ah! ¡Sannie! - Gimió alto aferrándose más al cabello contrario. Bien, había encontrado su punto y ahora tenía tres dedos rozando constantemente ahí.
San se alejó con un pequeño 'plop' cuando separa el miembro de su boca, se levanta sonriendo sin dejar de mover sus dedos besando a un jadeante Wooyoung quien correspondió el beso de forma torpe. Con su mano libre acarició su abdomen subiendo de a poco hasta llegar a su pezón derecho presionando con su pulgar haciendo soltar un gemido bajo a su pareja.
Wooyoung, sin saber como callar su boca ruidosa, mordió el hombro de San tratando de apaciguar los sonidos que soltaba sin saber que eso solo había excitado más a San, quién ahora metiendo un cuarto dedo moviendo con ligereza y rapidez, pellizcando con un poco más de fuerza el pezón y empujando sus caderas simulando embestidas, estimulando el miembro sensible entre ellos, con el éxtasis hasta arriba, la vista nublada por el placer provocado y el sudor en sus cuerpos por el ambiente caliente, buscaba la liberación de ambos.
Wooyoung gritó aferrando sus manos a los brazos de San dejándose llevar en la camisa del mayor manchando también la suya. San suspiro gruñendo indicando que también se había venido en su ropa interior.
- Mierda, fue bueno, Mhm~ - Gimio - fue realmente bueno - Wooyoung besó la mejilla de San riendo por la locura hecha en el baño de la empresa.
- ¿Lo disfrutaste gatito? - Wooyoung asintió - Me alegra.
- Vamos a casa, quiero bañarme.
San sonrió besando por última vez sus labios ayudando a vestir a Wooyoung. Acomodando sus cabellos salió del cubículo directo al lavamanos. Agarró papel limpiando su camisa, luego la de Wooyoung y por último lavando sus manos un poco pegajosas.
- Tengo hambre también - Abultó sus labios.
- Entonces vamos al Seven Eleven y compramos algo ¿Si? Luego vamos a casa nos damos un baño y nos vamos a dormir - Apoyó su cabeza contra la contraria.
- Me parece buena idea - Sonrió alegre.
Salieron del baño, luego de la empresa y entraron al Seven Eleven comprando lo que sea que llenase sus estómagos para posterior irse a casa.
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