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El más pequeño tiraba risitas acompañadas por las de su novio, ambos sentados en un sillón, uno encima del otro, tentados en la pequeña aventura en la que se habían metido, Wooyoung tenía sus brazos al rededor del cuello de San mientras aún reía de la locura que estaban a punto de hacer, San por su parte se dedicaba a acariciar el cuerpo contrario con un poco de desesperación mientras le besaba el cuello separándose de vez en cuando para acompañar las risitas de su niño, riendo suave apoyando su frente contra la ajena.
— Cállate ya, van a venir si te escuchan.
Realizó un puchero, tierno ante los ojos del mayor, tratando de acallar la risa y apaciguar la adrenalina en su cuerpo. Era un locura, realmente estaban locos, quién en su sano juicio se encerraba en uno de los camerinos de la Mnet para, en palabras coloquiales, coger.
A ellos simplemente se les presentó la oportunidad, eran los dos últimos en ser arreglados y maquillados, tenían más que tiempo suficiente, gracias a los otros 6 miembros que se arreglaban primero.
San prosiguió con los besos en el cuello ajeno, esta vez metiendo ambas manos por debajo del buzo que portaba el menor incitando a quitárselo, Wooyoung por su parte negó, sería mejor al menos mantener su camisa encima por si acaso, el alto aceptó y le dejó ser, sin embargo no dudó dos segundos en levantarla y pegar su cara contra el pecho contrario, dando un par de lamidas en general para proceder a atrapar entre sus labios su pezón derecho succionando, lamiendo y jugando un poco con su lengua deshaciendo a Wooyoung en gemidos quien no dudó en posar una mano en su cabeza cerca de la nuca para apegarle más a su cuerpo.
San le sostuvo de los costados notando como su novio se arqueaba y echaba un poco hacia atrás, evitando que en algún momento se caiga de espaldas. Procedió con el segundo pezón una vez dejó lo suficientemente rojo e hinchado al otro, lamió varias veces dando un par de mordidas que hicieron al menor desvanecerse.
Comenzó un leve movimiento de caderas logrando rozar su intimidad contra la ajena sonriendo satisfecho al sentirle endurecer debajo suyo.
— Amor, tenemos tiempo pero no creo que el suficiente para juguetear demasiado, quiero que me cojas ya.
San rio ante el tono desesperado de su novio y le hizo levantarse de encima de él para poder ponerse de pie indicándole al menor que se sacara la ropa inferior, que pusiera sus manos contra la pared y que le esperara así.
Desabrochó el botón de su pantalón bajando lo suficiente para liberar su erección y empezar una simple masturbación mientras veía a Wooyoung posarse contra la pared bajando un poco su pecho y dejando su culo a disposición del otro, sonrió satisfecho, amaba que el buzo que tenía puesto fuera suyo, y aunque el menor usaba tallas grandes de alguna forma sabía que la diferencia de tamaño de cuerpos afectaba un poco y hacía parecer que aquel buzo le quedaba enorme.
