Querido Juliette, debo partir lejos y por mucho tiempo, con exactitud, eternamente... ya no es lo que quiero, desde que te conocí, hace apenas unas semanas, supe que quería quedarme contigo esa misma cantidad de tiempo que debo dejarte: para siempre. Me gustaría tanto poder quedarme para verte crecer, para escucharte decir tus primeras palabras y tus primeros pasos, para llenarte de objetos y ropa que seguro dejaras muy pronto o tendrán un solo uso, para hacer todo aquello en lo que las familias se deleitan, pero quedarme o no, ya no depende de mí, hijo.
Cuando era niño, quise ser muchas cosas: obrero en una fábrica, al principio... y seguro te preguntaras cómo fue posible que me lanzara de un extremo a otro, ya que mi siguiente plan fue ser Oficio mediador, trabajé mucho en ese plan, pero conforme avanzaba en tiempo, las estrellas me pusieron en otros caminos: ser colorimétrico y luego profesor, profesión que, descubrí, era mi vocación y, después de tantos laberintos de la vida y años, fue mi sitio por mucho. Quiero decirte que, quizá de muy pequeño, desees una cosa, pero conforme pase en tiempo te des cuenta de que en realidad quieres o debes hacer otra, no importa, no has fracasado, toma todos los caminos que debas, aun si al tomar alguno, tienes que regresar porque resultó ser un callejón, eso no tiene la menor importancia siempre y cuando nunca bajes las manos, sé diligente Juliette.
El mundo en el que yo crecí y en el que tú crecerás, son lugares muy distintos a pesar de llevar el mismo nombre, de manera general: vivir en un paraíso socioeconómico, donde, ni siquiera un huérfano está desamparado, es muy fácil, una posición de privilegio, pero una sociedad rota y que comenzará a reconstruirse, comenzar a vivir será difícil, asunto de resistencia. Y en términos individuales, bueno, yo tenía a Ramona y a mis compañeros de orfanato, a los Lancaster y a mis alumnos, aun con eso, siempre pensé que tenía que probarle a todos que podía tallarme un gran nombre en la piedra angular de nuestra sociedad, que, si era grande, todos me aplaudirían y reconocerían mi esfuerzo. Esas cosas son pura vanidad Juliette, tú no tienes que probar nada, tú tendrás a tu madre, que sé, te amará y cuidará con el alma y conciencia, vive como a ti te guste, en adrenalina constante y llamando mucho la atención o de manera tranquila pasando desapercibido, de la manera en que lo hagas, que sea por ti mismo, el mundo en que crecerás, se comerá a quien no se esfuerce por sobrevivir, se fuerte Juliette.
También recuerda que debes rodearte de buenas personas, de amigos reales que te acompañen no importa que, pero que no se queden callados cuando hagas algo mal, un amigo verdadero no es aquel que te incita a lanzarte de un risco, es quien te detiene y trae a alguien capaz para ayudarte o bien, con el equipo adecuado, se lanza de la mano contigo. Bajo esa descripción, en mi vida hubo algunos pocos, porque lo importante es que así tengas un solo amigo, sea totalmente leal a ese voto de amistad. Laurence fue mi mejor amigo, aunque éramos muy diferentes, a veces me hubiera gustado tener más aventuras, como él, él en verdad no tenía limites, querrá sonsacarte a espaldas de tu madre, acompañarlo de vez en cuando no te hará mal, sé que te enseñara a divertirte como yo no pude hacerlo. Sé un buen amigo Juliette, aprendiendo a escuchar y compartir los buenos y malos momentos con esas personas especiales.
En algún momento de mi vida, como cualquier curioso adolescente, tuve una persona aún más especial con la cual compartí todo tipo de confianza existente a esa desenfrenada edad. No te presiones Juliette, los tiempos y preferencias de todos son distintos, si amas con plenitud puede que te rompan el corazón, pero es parte de la experiencia, aunque al inicio duele, sabrás que es parte del camino de aprendizaje que es la vida. Luego, quizá, si tú lo quieres así, hallarás a esa conciencia divina que te hará desear no compartir nada con nadie más, más que con él o ella, sabe que, sí estás en la edad correcta, no debes temer entregar todo de ti, no te reserves nada, porque así salga mal, no te arrepentirás por los escenarios imaginarios que nunca cumpliste o con el "y si hubiera", ama Juliette, ama sin reserva.
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Conciencias: ¿Más cerca de la utopía?
General FictionJonathan Moon creció en la próspera Armélis, fue un niño amado por quienes lo rodeaban, considerado un dotado en todo lo que se proponía, afortunado a manos llenas, con una conciencia privilegiada y alabada, un grande. Pero todo aquello terminará cu...