MI GRAN AMOR

DECISIONES

 nos que damos 

Macarena se dirigió a la salida luego de saludar a su cuñada y ahijada. Eugenio la siguió y, antes que salieran, escucharon una pregunta de Cristóbal.

CR: Dime Macarena. ¿Ya le dijiste a Lizardi que perdiste un hijo mío?

Macarena se volvió, se acercó y lo cacheteó. No faltaron insultos y trato con prepotencia por parte de Cristóbal. Pero Eugenio fue más allá, de una manera violenta tiró un puñetazo en el rostro de Cristóbal.

Ante esa acción Javier se acercó a ellos y se puso entre medio.

J: Ya estuvo bueno. Dejémonos de tonterías y hablemos claro.

Cr: Lo que digo es cierto, Javier. Macarena perdió un hijo mío.

S: Eso no es cierto. Sabes claramente que Macarena no ha estado con ningún hombre.

J: En este momento vamos a ir al hospital, Macarena. Un médico lo confirmará.

S: No puedes hacerlo eso a tu hermana.

M: Yo no voy a ir a ningún lado. Por mi pueden creer lo que se les venga en gana. Yo sé mi verdad y lo que ustedes crean me da exactamente igual. No resisto estar un minuto más aquí.

J: Vas a ir. Es una orden.

M: Soy bastante mayor como para que me des órdenes. Vamos, Eugenio. (Saliendo de allí)

S: Voy contigo Macarena. Quiero hablar contigo, con calma. Vamos Paloma.

P: Pero mami...

J: Ustedes no van a ningún lado.

S: Ya basta de autoritarismo, Javier. Voy a ir con mi hija a casa de Eugenio. Tu hermana va a necesitar apoyo después de demostrarle cómo quieres exponerla.

E: Son invitadas cuando quieran a mi casa. Mi coche está afuera, las espero allí.

Minutos después, en el camino a la casa de Eugenio, Macarena se sentía muy mal por todo lo que estaba pensando. ¿Cuándo podría ser feliz?

Eugenio, por su lado, estaba muy preocupado por ella y no sabía cómo ayudarla. Abogado, próximamente juez, tenía los recursos de conocer la verdad en cuanto a lo económico, legal, material, etc. Pero en el aspecto sentimental, era muy difícil poder ayudarla.

En la casa de Eugenio.

Macarena, acompañó a Paloma al cuarto de Gabriel para que se quedara con él, mientras ella y su mamá hablaban.

S: Macarena, no debes aceptar lo que tus hermanos quieren hacer.

M: Me pongo a pensar que tal vez si acepto me dejarán en paz de una buena vez. Pero lo que más me importa es lo que Eugenio pueda llegar a pensar. (Hablaba mientras servía café en dos tazas)

S: Cristóbal y tu...

M: No. Tú lo has dicho. No he estado con ningún hombre.

S: Entones no accedas. Y no sientas pena. (Le tomó las manos) Si tu primera vez es con alguien que verdaderamente amas, es muy especial.

M: Estoy pensando mucho en eso. Estoy segura que es con Eugenio que quiero que suceda. Pero en estos momentos lo que menos quiero es que piense mal de mí.

S: No creo que el crea más en Cristóbal y Carlota más que en ti. Mucho menos después de todo lo ocurrido.

M: Yo sé que me ama. Y lo amo yo a é. Pero... me aterra perderlo o que no crea en mí.