MI GRAN AMOR

LA INQUIETU DE EUGENIO

A Paloma le llamó la atención una niña mayor que estaba esperando en la rueda de la fortuna. Se alejó de su tío para acercarse a ella. Macarena se dio cuenta y la llamó pero la vio hablando con otra niña.

E: Macarena ¿Dónde vas?

EL: Macarena, ven

Elena y Eugenio fueron detrás de Macarena, que iba detrás de Paloma.

P: No llores, por favor.

XX: Fui a los servicios y extravié a mi hermana Elena. No sé dónde está.

P: Ella te está buscando. Por cierto, mi nombre es Paloma ¿y el tuyo?

Tal: El mío es Talita, mucho gusto (Secándose las lágrimas)

P: Lo mismo digo. Vamos con mis padrinos y tu hermana.

Tal: Si, gracias.

M: Paloma, me asustaste. No vuelvas a irte sin avisar.

P: Lo siento, tía. Mira, ella es Talita.

M: Talita, tu hermana te está buscando pequeña. La has asustado muchísimo.

Tal: Lo siento mucho. Fui a los servicios y la extravié.

EL: Talita (corriendo a abrazarla) me asustaste mucho. ¿Qué sucedió?

Tal: Lo siento Lena. Fui al baño.

EL: No tengo nada que perdonarte. Pero no vuelvas a irte sola.

Tal: Te prometo que no.

P: Perdóname, madrina. No fue mi intención (la abrazó)

M: Ya mi vida. No te preocupes.

E: Bueno, ¿Qué les parece si los invito a cenar a los cinco?

Tal: ¿Por qué cinco?

P: Sí, tío. ¿Por qué cinco?

Macarena y Eugenio rieron por la confusión de las niñas.

E: Pues miren. Macarena, Elena, Talita, Paloma y Gabriel (Señalando uno a uno)

P: Aaah ya entendí.

Tal: Ahora sí entendí.

E: Bueno, vamos antes que sea muy tarde.

M: Vamos (tomando al bebé en sus brazos)

Tal: Oye Paloma. Que guapo es el señor Eugenio.

P: Sí, lo es. Es el novio de mi madrina.

Tal: Se parece al papá de Luz, ¿No Elena?

El: Así es Talita. Es muy parecido.

Real del Monte...

C: No puedo soportarlo más.

Ru: ¿Qué pasa, mi niña?

C: Tu querida Macarena ya me mandó a un abogado para ver su herencia.

CR: No entiendo por qué te molesta si era de esperarse.

Ru: Ella tiene derecho a recibir parte de la herencia de su mamá

C: ¿Por qué siempre estás de su lado y no del mío?

Ru: Porque desde niña siempre la odiaste. Por todo lo que hacía. Y yo sé por qué. No soportabas que tu padrastro la adorara cuando tu padre no lo hacía contigo.