MI GRAN AMOR

BABY SHOWER

Volvieron a unir sus labios en un nuevo beso apasionado, mientras la tomó de las caderas y la acomodó para descendiera sobre su masculinidad.

Vaivenes lentos, jadeos y una nueva promesa de una vida feliz juntos, coronaron ese momento en el que unieron una vez más sus cuerpos, pero sus almas más que nunca.

En la mañana, Macarena, se despertó muy feliz al lado de su esposo y su hijo que ya estaba a poco de cumplir seis meses. Estaba muy emocionada por los trillizos y su pequeño Gabriel. Aunque le preocupaba los celos que sentía su ahijada.

EN LA HABITACION PRINCIPAL

P: Madrina, ¿podemos preparar pancakes para el desayuno y luego salir a pasear?

M: Está bien, pero a pasear no lo creo Paloma. No me siento con ánimos. Falta muy poco para la boda religiosa y el bautismo de Gabriel.

P: No es justo, conmigo ya no haces nada. Solo con Gabriel y ahora tus hijos. Yo ya no te importo.

M: Paloma, no digas eso. Bien sabes que te adoro.

P: No lo parece.

En ese momento, Macarena se desmaya y Paloma comienza a llorar. Eugenio sale del baño y llama rápidamente al médico. Gracias a Dios, llegó enseguida y le dijo a Eugenio que tenían que llevarla urgente al hospital.

HOSPITAL CENTRAL

SALA DE URGENCIAS

Macarena entró rápidamente por su presión y más que todo por los bebés que le faltaban dos meses para nacer. Pero los médicos y la ginecóloga anticiparon que presentaba una amenaza de aborto.

EN EL PASILLO DE URGENCIAS

DOC: ¿Familiares de Macarena Lizardi?

E: ¿Cómo está mi esposa doctor?

DOC: Está fuera de peligro, los cuatro lo están. Pero debe hacer mucho reposo.

E: ¿qué fue lo que pasó?

GI: Tuvo una amenaza de aborto, pero sus bebés están bien.

E: ¿Puedo pasar a verla?

GI: Si, claro. Pero ante todo que esté tranquila.

EN LA HABITACION DE MACARENA

Estaba despierta, muy asustada y llorando. Así la encontró su marido.

E: ¿Qué sucede, mi vida?

M: Casi pierdo a mis bebés.

E: Solo fue un susto. Todo está bien, los cuatro están a salvo.

M: Me dijeron que debo estar tranquila y en reposo.

E: Lo sé mi vida. Y eso debes hacer. Estar tranquila.

En ese momento entra la ginecóloga y les dice que los bebés están muy bien, pero que debía hacer reposo absoluto hasta el parto. Sus pequeñas y su príncipe lo necesitaban.

Macarena y Eugenio ante eso se sorprendieron, ya que no sabía que serían dos niñas y un niño.

M: Mi amor, dos niñas y un niño. Estoy tan feliz.

E: Yo también lo estoy. Dos princesas y un campeón.

Después del hospital fueron a su casa y Paloma pidió disculpas a su madrina. Luego de eso la acompañó hasta la habitación y le indicó reposo absoluto.