LOS SENTIMIENTOS DE MACARENA

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Macarena no sabía por qué le estaba molestando lo que sus ojos veían. Eugenio hablando con una mujer muy animadamente mientras ésta sostenía al bebe, quien no dejaba de llorar.

Estaba por plantarse frente a ellos pero no podía, no debía. Ellos no eran nada para pedirle explicaciones.

Iba a dar media vuelta y volver por donde había llegado. Pero la nana de Eugenio la vio y la llamó. Sabía que ella era la única que lograría calmar al pequeño.

Se acercó y tras pedir autorización lo tomó en brazos.

El pequeño Gabriel al estar en los brazos de Macarena fue calmando su llanto.

M: ¿Qué es lo que ocurre, mi pequeño?

Xx: es increíble cómo se calmó.

E: Macarena tiene brazos únicos al parecer. Ayer pasó lo mismo.

Xx: entonces ¿tú eres Macarena?

M: Así es. ¿Y tú eres?

E: Ella es...

Xx: Luz, me llamo Luz. Mucho gusto.

M: Igualmente.

Aunque internamente no podía decir lo mismo.

L: Siento que te he visto en otra parte.

M: No lo creo.

El ambiente se estaba tornando tenso. Más bien, Macarena contestaba fríamente a los comentarios de Luz. Como nunca antes.

Por eso la nana decidió invitarla a tomar algo dentro de la casa.

E: ¿por qué no me dejaste decirle quién eres?

L: ¿No te diste cuenta?

E: ¿De qué?

L: Estaba celosa. Es obvio que le interesas.

E: No lo creo, Luz.

L: No le digas ahora quien soy. Vas a ver que mi presencia le va a incomodar. Porque esta celosa. Hazme caso.

E: Está bien pero algo me dice que no la quiero perder, de verdad te lo digo.

L: Ay hermanito. Estás enamorado de ella. (Burlándose)

E: ¿Sabes qué? Sí, lo estoy y no la quiero perder aunque sé que ella ama a otro.

L: ¿Estás seguro?

E: Y el muy canalla se va a casar con su hermana.

L: o sea... (Sin entender muy bien lo que ocurría) no sé qué decirte.

En la sala, Macarena estaba con Gabriel dormido. Esperó unos minutos y se dirigió rumbo a la habitación, seguida de la nana de Eugenio quien la vio un poco incómoda.

NA: Presiento que estás molesta. (Viendo que dejaba el pequeño a su cunita)

M: Estoy bien ¿Por qué estaría molesta?

NA: Por la señorita Luz.

M: Creo que ya me tengo que ir. El pequeño se durmió. Y no te preocupes, estoy bien (le dijo pero por dentro se preguntaba por qué le molestaba tanto lo que vio)

NA: Si tú lo dices. (Encogiendo los hombros)

Macarena estaba bajando y se dirigía hacia la salida cuando sintió que Eugenio la tomaba de los brazos.

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