MI GRAN AMOR

UN POCO DE TRANQUILIDA

¿Cómo podía Eugenio decirle que él tenía el mismo miedo?

En ese momento él sufría más que ella, como padre, hombre y como amigo. Pensaba ¿Por qué el destino le ponía tantas trabas para ser feliz?

M: Mi amor, ¿estás bien?

E: Sí, ¿Por qué me lo preguntas?

M: Estás como ido.

E: No, solo me preocupa tu estado y el de nuestro hijo.

M: Yo sé que todo va a estar bien con nuestro bebé. Y con la ayuda de Dios, conmigo también.

En ese momento entró el doctor a anunciar que ya tenía los análisis.

Doc: Buenas tardes.

E: Buenas tardes.

M: Buenas tardes, doctor.

Doc: Bueno, ya tengo los resultados de los análisis. Macarena, déjeme decirle que no tienes nada grave. Pero sí vas a necesitar un tratamiento.

E: ¿Qué es lo que tiene, doctor?

Doc: Lo primero es que en el organismo de Macarena hemos encontrado una sustancia no muy peligrosa pero alarmante.

M: ¿Puedo morir?

Doc: No, Macarena. Claro que no. Porque ya no está en tu cuerpo. Lo que te están suministrando está haciendo el efecto de eliminarlo de tu sangre y que no afecte ningún órgano. Lo otro que me preocupa es que tienes quistes en las trompas de Falopio.

E: Hay soluciones a ambas cosas ¿verdad?

Doc: Sí, claro que sí. Le recomendaré una ginecóloga para el tratamiento.

En ese momento llega la enfermera de pediatría. Les informa que ya terminaron con el procedimiento y que el bebé está estable.

Enf: Ya pueden ir a verlo.

E: No fue tan grave como pensaba (comentó Eugenio al médico al ingresar a la habitación de su hijo)

Card: No, solo hemos hecho un cateterismo. Estará más que bien.

M: ¿Cómo es ese procedimiento?

Card: Este procedimiento siempre se realiza para obtener información acerca del corazón y sus vasos sanguíneos. También se puede hacer para tratar algunos tipos de afecciones cardíacas, o para averiguar si necesita una cirugía del corazón.

E: ¿Mi hijo necesitará la operación?

Card: No hasta que cumpla los 18, al menos. Pero cada cierto tiempo se realiza este procedimiento para prevenir.

M: Muchas gracias, doctor.

El cardiólogo se fue y dejó a Macarena con Eugenio acompañando al pequeño Gabriel. Se veía tan indefenso y desprotegido.

M: Eugenio, me quiero quedar con él esta noche.

E: Mi vida, nos vamos a quedar. Pero tú internada hasta que terminen de suministrarte ese medicamento que eliminará por completo la sustancia extraña. Además quiero que te vea la doctora por lo otro.

M: Podemos hacerlo mañana.

E: Está bien, siempre voy a estar a tu lado. Pero no pasa de mañana.

M: Quiero curarme lo antes posible. Para estar con ustedes. Y que tú estés tranquilo, que puedas retomar tu rutina.

E: Lo único que me importa, es tu salud y la de nuestro hijo.