En esa ciudad habían muerto sus padres y ahí estaban enterrados, por eso en su último día en la ciudad de México decidió ir a visitarlos al cementerio, estuvo un buen rato ahí, platicando con ellos y tratando de entender, una vez más el porqué de su destino. Frente a la tumba de sus padres, ella dejaba salir todo lo que llevaba dentro, sentía que la escuchaban y que sus almas la abrazaban.
Cuando se sintió más tranquila se dirigió hacia la salida de ese lugar y por alguna extraña razón, su atención se dirigió hacia un hombre... un hombre alto, bastante apuesto pero con un aspecto de extenuación y tristeza. Llevaba un bebé en brazos, muy pequeñito, y algo en su interior la impulsaba a acercarse, pero quién era ella para interrumpir un momento, que tal vez, era muy íntimo.
Lo observó por un momento más y, antes de retirarse, le pidió a Dios que lo ayudara a superar el dolor que se veía que sentía.
Macarena Espinoza de los Monteros, regresó a Real de Monte. Se dirigió a su casa, esa que compartía con su hermana Carlota y que era la herencia de sus padres. Pero a quien más le interesaba ver en esa casa era a Rufina, o Rufi como ella le decía de cariño, esa mujer que se había convertido en su madre luego de perder a la suya. Estuvo un tiempo fuera del pueblo y cuando regresó se quedó totalmente estupefacta ante la noticia que su hermana estaba embarazada. Pero lo que la dejó destrozada fue saber que el padre de ese bebé no era nada más y nada menos que el hombre que amaba.
Decidió hablar con su hermana, necesitaba saber por qué se había metido con Cristóbal, aun sabiendo lo que ella sentía por él.
M: Carlota... dime que no es cierto que Cristóbal es el padre de ese bebé – preguntó con la esperanza que fuera mentira.
C: ¿Para qué te voy a mentir? Sí, Cristóbal es el padre de mi bebé y nos vamos a casar.
M: no, no puede ser... ¿Por qué, Carlota? Tú sabes lo que yo siento por él y él por mí.
C: No te quería mucho cuando se acostó conmigo. Además tú te fuiste y yo solo le di un poco de consuelo.
M: Tú sabes por qué me tuve que ir. Pero no puedo creer es que hayas caído tan bajo. Consolarlo con tu cuerpo –riendo y negando irónicamente.
C: Me importa muy poco lo que pienses de mí, hermanita. Y más te vale ir haciéndote a la idea de mi boda con Cristóbal. Esta noche es la fiesta para anunciar nuestro compromiso.
Ante esto Macarena decidió irse a su habitación. No quería escucharla más. Había hecho mal en volver. Lloró a puertas cerradas, maldiciendo a su hermana y a Cristóbal por haberle hecho eso.
Se quedó dormida, algunas horas, y al despertar la realidad le volvió a caer como un balde de agua fría. Se lavó su cara en un intento de calmarse un poco, respiró profundo para así terminar de arreglarse para bajar a la dichosa fiesta. No sin antes prometerse que no volverían a burlarse de ella. Nunca más.
Al salir de la habitación se encontró con Cristóbal, y fue inevitable que se quedaran viendo sin decir nada, él no sabía por dónde empezar y ella estaba con un dolor acumulado. Un dolor que se estaba convirtiendo en enojo.
M: ¿Por qué? –le preguntó Macarena rompiendo el silencio.
CR: mi amor –intento abrazarla, pero ella no lo permitió.
M: ¿Por qué con ella? –no quería llorar, pero no pudo evitar que una lágrima traicionera rodara por su mejilla.
CR: No llores, mi vida.
M: no me toques ni me llames mi amor –dijo con los dientes apretados –solo quiero que me digas ¿Por qué con ella?
CR: Déjame explicarte qué pasó.

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MI GRAN AMOR
FanfictionEl destino puede cambia cuando amas de verdad un simple encuentro cambia todo Macarena y Eugenio supera todo por su amor o la maldad podrá mas que todo Macarena & Eugenio logran todo por su gran amor