UNA ESPERANZA

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Que me descuidaré si no estás a mi lado
Me sentiré incompleta en compañía de mí
Soy un libro que en blanco te espera
Contigo me puedo escribir, eh

No tendré más miedo de volar bien alto
Y diseñando un arco tú me sentirás
Sobre tus manos grandes que me dan resguardo
Yo te diré entre tanto que te amo
Y tú serás la cura para renacer

M: Ya la verdad lo que haga ella y su marido me tiene sin cuidado. No me importa. Solo quiero que nos deje en paz. Ya me dijo que nos va a contrademandar.

E: Sí, el abogado me dijo lo mismo que nos quiere contrademandar. Que lo haga y vamos a ver con lo que se encuentra.

M: Me pregunto ¿por qué Carlota me odia tanto como para hacerme eso?

E: Tranquila, mi amor. Yo te voy a proteger y ayudar en todo.

En ese momento, Eugenio solo podía pensar en su esposa y su hijo. Los dos seres más importantes de su vida. Estaba dispuesto a todo por su bienestar.

En Real del Monte.

C: No puedo estar más en este pueblo.

CR: ¿Qué te pasa?

C: Quiero ir a México a visitar a mi hermano.

CR: Lo imagino. Pero sabes que Javier no te quiere cerca de tu hermanita.

C: Ya lo sé. Pero no puedo estar más aquí. Ya hablé con nuestro abogado con respecto a eso.

CR: ¿Qué te dijo?

C: Que podemos viajar pero no podemos acercarnos ni Macarena ni a Eugenio.

CR: Me lo suponía.

C: Pero no me va a detener una orden. Les haré la vida de cuadritos a mis hermanos. Me las van a pagar.

CR: ...

Rufi: Mi niña, a busca su abogado.

C: Enseguida vamos.

Rufi: Claro, le ofreceré un café mientras tanto.

Sala de la casa.

Rufi: Enseguida vienen, ¿le ofrezco un café mientras espera?

ABO: Muy amable, mucha gracias.

En la ciudad de México.

Casa de Eugenio – Despacho.

M: Mi amor ¿estás mejor?

E: Sí, gracias mi vida. Y gracias por estar a mi lado.

M: Eugenio, vamos a la habitación. Necesitas descansar.

E: Pero vas a dormir conmigo (afirmándolo más que preguntando)

M: Pero...

E: Dormiremos solamente. Esperaré a que tú estés lista.

M: ..... Está bien, vamos.

Mientras Macarena y Eugenio subían a descansar, la nana de Eugenio pensaba como hablar con Macarena sobre el amor que se tenían y aconsejarla en que se diera una oportunidad de entregarse a él sin barreras.

En la mañana siguiente...

Macarena despertaba en los brazos del hombre que amaba. Se preguntaba si estaba lista para el gran paso tan grande. Un paso que significaba tanto para ella como para él.

MI GRAN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora