Parte 2

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Dos años después:

Por esos días, la aldea rebosaba de felicidad puesto que la princesa acababa de nacer. La mayoría cerraba su tienda horas antes para asistir a la ceremonia en donde conocerían a quien sería su reina en el futuro. 

A medida que los aldeanos cruzaban las inmensas puertas del castillo, la servidumbre les indicaban dirigirse al gran salón en donde el rey estaba a punto de iniciar su discurso.

–Me permiten un momento por favor!- alzó su grave voz y enseguida la música fue bajando, junto con el bullicio que provocaban todos los aldeanos juntos– Nos encontramos completos de dicha y alegría por recibir aquello que tanto buscamos, una heredera que continúe con nuestro legado cuando no estemos aquí. Reciban con nuestro mismo nivel de felicidad a la princesa Jeha DeMetz– Señaló hacia las puertas con su bebida cuando la reina entró al salón con un pequeño bulto en sus manos, los murmuros no tardaron en aparecer.

"Se ve tan hermosa" comentaban sobre ella.

"Apuesto a que será tan buena como sus padres cuando crezca" hablaban sobre la princesa.

La velada transcurrió sin incidentes. Felicitaban a los reyes por la recien nacida y se acercaban para apreciar su belleza.

Era tan hermosa como su madre, tenía el cabello dorado y unos ojos azules tan intenso como el mar que se expandía detrás del castillo.

Hasta que ocurrió. La música cesó y todo quedó a oscuras.

Ventanas explotaron y las puertas se abrieron a causa de la presión que ejercía el viento sobre ellas, apareció un remolino de color negro que destruía todo a su paso y por el que se oía una voz fuerte pero nadie entendía que decía.

Muchos huyeron para protegerse y proteger a su familia.

La reina utilizó aquel alboroto para poner a salvo a la princesa, mientras aquella criatura continuaba hostigando al rey. Al cumplir con su tarea y dejar a la niña a cargo de una de las personas en quien mas confiaba y la cuidaría en caso de que ocurriese algo, regresó en busca de su esposo.

Ingresó al gran salón y se encontró con que éste yacía sin vida en medio del salón y aquel remolino no estaba por ningún lado. Creyó que había huído, hasta que sintió una presión en su cuello que no le permitía respirar.

Luego de aquella tragedia el cielo se tiñó de gris y una niebla espesa cubría el castillo y sus alrededores.

Los aldeanos se empobrecieron, comenzaron los robos, el único propósito al final del día era sobrevivir.

Sabían que los reyes murieron pero nunca supieron que sucedió con la princesa, ya que días después del acontedimiento enviaron un grupo de hombres y hechicheros que jamás regresaron.

Quien que se acercara al castillo cumplía un castigo.

Mientras tanto, en una habitación de aquel inmenso castillo se oía el llanto de la recién nacida, el cual Helena, hermana de la reina, no creía capaz de callar.

Así pasaron los años, todos acostumbrandose a los cambios, aprendiendo como sobrevivir.

Los aldeanos no sabían que la princesa vivía, la princesa no sabía que existía toda una aldea allá afuera. Pero nadie tenía idea lo que ocurriría cuando esta cumpliera 18 años.

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Holaa, lector/a:

Esta es mi primer historia y es la primera vez que escribo algo. Voy a estar actualizando cada viernes (si no me olvido de hacerlo, si lo hago sientanse libres de recordámelo).

Me ayudaría muchísimo si comentan y votan. Aparte, sería bueno si me dicen algún error que noten. Como dije, es mi primera vez y puede que cometa muchos.

En fin, espero que les guste la historia y dusfruten leerla.

En fin, espero que les guste la historia y dusfruten leerla

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