Capitulo 5 Lasana

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En cuanto entró al restaurante lo vio. Sentado en una mesa del centro. Ella en lo personal prefería las mesas de la ventana. Se quitó los lentes oscuros y caminó hacia donde él estaba. Lo mejor que podía hacer de momento era alejarse de él y reconquistar a su esposo, aunque no fuera fácil haría su mejor esfuerzo.

—Hola, lamento la demora —dijo al llegar a la mesa.

—Hola —sonrió poniéndose de pie para saludarla con un suave beso en los labios—. Me alegra que hayas venido, te extrañaba mucho

—Solo puedo estar un momento, tengo que ir a ver a Hotaru —dijo jalando la silla para sentarse.

—No importa, un momento para mí es la gloria

Sonrió un tanto incómoda por sus comentarios— ¿Cómo has estado? —preguntó tomando asiento frente a él.

—Además de extrañarte bastante bien y ansioso por volver a tenerte entre mis brazos —susurró seductoramente— ¿qué se te antoja comer?

—Solo quiero una limonada —murmuró evadiendo su último comentario. Escucharlo decir aquello no era agradable, al menos no como lo había sido con Seiya.

Llamó al mesero para pedir un par de limonadas, sonriéndole, observando su reloj.

—¿Tienes algún compromiso? Te veo muy insistente en ver la hora...

—No, ninguno —le sonrió sujetando su mano— solo contigo

—Alan, creo que tenemos que hablar sobre lo ocurrido la otra noche —murmuró quitando su mano suavemente fingiendo que buscaba algo en su bolso.

—¿De qué quieres hablar, linda? Sabes que siempre te escucho

—Bueno, te diré la verdad Alan. No recuerdo nada de lo que pasó esa noche, ni tampoco entiendo cómo fue posible que me llenaras de marcas así

—Amor, fueron las marcas de nuestra pasión, ¿o has olvidado lo que me hiciste en la espalda?

Pero si no lo recuerdas, quizás puedo hacer que lo recuerdes —le guiñó un ojo.

—No recuerdo que te haya hecho algo —murmuró evadiendo su mirada—, si así fuera tú, no tendrías por qué haberme hecho esto. Sabes que no he podido dejar de usar blusas que cubran todo esto por temor de que mis hijas me vean

—Bueno, trataré de no volverlo a hacer. Quizás fue algo inevitable, lo siento

—Alan, es que no volverá a pasar —murmuró un tanto nerviosa de su reacción.

—Claro, no volveré a hacerte esas marcas, lo prometo —le sonrió evadiendo el tema justo cuando algunas chicas se acercaban a pedirles algunos autógrafos.

—Es que... —suspiró sutil sonriendo a las jóvenes que los saludaban, siendo que se acercaron primero a él.

—¿Cuándo lo veremos de nuevo en televisión? —preguntó una joven que lucía emocionada de encontrarse con el famoso Alan.

—Muy pronto volverán a verme, será una gran sorpresa, se los aseguro —sonrió con arrogancia mientras firmaba los autógrafos.

—Ay por favor dígannos algo —dijo suplicante otra de las jóvenes— me encanta como actúa. Seguramente ella debe estar feliz de salir con usted —murmuró refiriéndose a Serena, a lo cual ella solo sonrió sutil.

—Hacen una linda pareja, pero se veía mejor cuando estaba con Seiya —suspiró una de las chicas— es tan galante y atractivo, que envidia

Serena sonrió sutil ante aquel comentario. Ella estaba acostumbrada, era lo que siempre le decían cuando la veían a lado de su esposo, el cual siempre la mantenía a su lado y si le pedían fotografías era de ellos juntos. Lo cual hacía que ella se sintiera orgullosa de Seiya, y ahora simplemente se sentía como el accesorio de adorno de Alan.

Nuestro Amor se ha Vuelto AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora