Capitulo 3 Inicio del Plan

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Después de ir a comer algo con su princesa, se dirigieron a la oficina de su amigo Yaten. Bajó del auto para después ayudar a su princesa a bajar—. ¿Quieres esperarme aquí, Serenity? iré ver a Yaten, no tardare solo necesito que me de unos documentos e indicaciones

—Te espero con la tía Mina ¿si puedo? —lo abrazó del brazo.

—De acuerdo —le sonrió ligeramente, entrando al edificio— vamos entonces

—¿Después podemos ir al cine? —preguntó sonriéndole— quiero presumir a mi guapo papá

—¿Que película quieres ver?

—Mmm una de acción —sonrió feliz.

—De acuerdo iremos al cine. No tardaré, lo prometo

—Está bien —sonrió. Se sentía orgullosa de su padre y le gustaba que todos la vieran con él—. No te tardes ¿sí?

Respondió con una sonrisa dejándola en la puerta de la oficina que correspondía a Mina y siguió adelante hacía la oficina de Yaten a la cual entró sin tocar como ya era su costumbre, llevándose una desagradable sorpresa al ver que alguien más estaba en dicha oficina y no precisamente su amigo.

—Ah vaya, mira a quien tenemos aquí —se puso de pie sonriendo con ironía— el famoso Seiya Kou...

Frunció el ceño— ¿Y Yaten?

—No sé cómo Serena pudo estar casada contigo, siendo que ni siquiera sabes ser educado...

Fijó su mirada en él— Creo que eso es algo que no te incumbe. Que, por cierto, voy a agradecerte mucho que no vuelvas a dejar que descuide a las niñas, al menos avisen. Estaban preocupadas por su madre

—No te preocupes, cuidaré de esas niñas como si fueran mías, solo que hoy fue un poco difícil dejarla salir de la cama —fijó su mirada en él.

—No te atrevas a acercarte a mis hijas —presionó su puño recordando las marcas en el cuerpo de su esposa. Había habido ocasiones en las que él dejara alguna que otra marca, pero jamás con esa intensidad, no quería siquiera imaginar qué clase de relación tenía o como habían pasado la noche.

—¿Por qué no? son hijas de la mujer que amo, de mi mujer —dijo haciendo énfasis en que era suya.

—Que sean hijas de Serena y mías no te da ningún derecho a acercarte. Tienen un padre y ese soy yo —para ese momento ya se había acercado y sin dudarlo lo golpeo directamente a la cara.

—¿Que te pasa imbécil? —dijo limpiándose la sangre que salía de sus labios— ¿te molesta que pueda llegar a ser una figura paterna para tus hijas o que le haga el amor a tu esposa? Perdón, exesposa

Ante toda respuesta volvió a golpearlo dejando salir toda la furia contenida y los celos—. Óyelo bien, jamás serás un padre para ellas porque para eso me tienen a mí y te guste o no Serena aún sigue siendo mi esposa y aunque no, deberías tenerle más respeto, idiota

Esta vez logro empujarlo hacia la pequeña sala que tenía Yaten en su oficina cayendo sobre él para golpearlo en el rostro— Claro que la respeto, imbécil...

—¿Y me quieres explicar que significan esas marcas en su cuerpo, idiota? —cómo pudo logró darle la vuelta para ser él quien golpeara ahora— no es suficiente con que esté a tu lado también osaste marcarla como si de un animal se tratase

Tomó sus manos para evitar que lo golpeara—. Son las marcas de mi amor y adoración por ella —sonrió con ironía— y ella disfrutó como nunca, pronunciando mi nombre una y otra vez, probe su cuerpo a plenitud algo que seguramente nunca te atreviste a hacer, por eso se hartó de ti

Nuestro Amor se ha Vuelto AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora