Capitulo 9 Perdido

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—Serena... —murmuró entre sus labios justo en el momento que tocaban la puerta.

Aquel sonido de la puerta la sacó de sus pensamientos, ¿qué estaba haciendo?, lentamente se separó de él. Respiraba agitadamente por la adrenalina que sentía.

Seiya volvió a tomar la copa. Su corazón latía con fuerza. Sus deseos crecían al volver a sentir su piel. El éxtasis del momento. La puerta se abrió y Ann entró enseguida observándolos.

—Con que aquí estabas mi amor —rápidamente corrió a colgarse de su brazo.

Hizo una mueca al sentirla colgarse de él— Estoy ocupado Ann

—Si ya veo —barrió con la mirada Serena— vamos mi amor, quiero que nos tomen una foto juntos

Seiya la observó, su mal humor volvió de pronto.

—Vamos mi vida, quita esa cara. Me prometiste hacerme tuya toda la noche, ¿ya lo olvidaste?

Y ahí estaba ella de estúpida nuevamente. Sintió como sus ojos se llenaron de lágrimas. Se sentía tan idiota, entonces ¿por qué la había besado si planeaba estar toda la noche con esa mujer vulgar? Nuevamente, se había burlado de ella y estúpidamente estaba a punto de ceder. Cerró los ojos dándoles la espalda, ganas no le faltaban de arrojar ese premio y salir corriendo de ahí.

Ann sonrió, había tenido éxito llevándose a Seiya que intento objetar ante la osadía de esa chica, haciéndole perder aquella oportunidad.

Seiya la miró con molestia deteniéndose en la puerta— Ya te dije que esta noche no, Ann. Cenaré con mi hija, no insistas —se soltó de ella malhumorado.

Ni siquiera se atrevió a voltear, pocas veces había visto a Seiya en ese estado de humor y le intrigaba saber si era por Ann o quizá porque simplemente lo había interrumpido en su intento por burlarse de ella. Sí que era tonta, ¿cómo había podido atreverse a besarlo cuando días antes la había rechazado? ¿A qué estaban jugando los dos?

Seiya volvió su mirada a la que aún era su esposa, y enseguida a Ann, que se volvía a colgar de él— Ann en verdad no estoy de humor...

—Sí que lo estás mi amor, así me gustas más —dijo Ann abrazándose con más fuerza a él.

—Con permiso —murmuró Serena con la intención de salir cuando en ese momento entro Alan a la sala.

—Por fin te encuentro, linda, demoraste demasiado —fijó su mirada en Seiya— ¿te parece si nos vamos a esa increíble cena que prepare para ti? Debemos festejar tu triunfo

Volteó a ver a Seiya, la situación era por demás incómoda, pero incluso deberían acostumbrarse a eso— Aún espero para entrar con los periodistas

—Ya se han demorado demasiado —la abrazó hacia él, ante el ceño fruncido de Seiya, el cual se soltó con brusquedad de Ann.

—Sí, lo sé, pero no me gusta dejarlos plantados —dijo soltándose suavemente de él.

Seiya presionó su puño sin dejar de observar a la pareja.

—Espero que se den prisa, ya quiero estar a solas contigo y tenerte solo para mí —besó su oído, la respiración de Seiya comenzaba a acelerarse aún más.

Se sintió incómoda por lo que se separó de él— Recuerda lo que te dije, tengo que volver por las niñas

—No, aún tenemos tiempo antes de que acabe el evento, ¿qué te parece si nos vamos ya a disfrutar?

—Ves Seiya, tu ex se encargará de tu hija, así que puedes pasar la noche conmigo —dijo Ann que no había perdido detalle y menos al ver a Seiya furioso por su causa.

Nuestro Amor se ha Vuelto AyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora