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—¡Ya están aquí!

Estaba tan nervioso que no sabía qué hacer con las manos.

Las abría y las cerraba para tener algo que hacer, algo más que pasarlas por las piernas. Le sudaban tanto que no fue capaz de tomar la mano de Gael mientras se encaminaban a la entrada donde Kai y Becca los esperaban.

Ambos sonreían tan radiantes que fue sencillo contagiarse, aunque estaba seguro de que Gael y él no se parecían tan emocionados como ellos.

Kai se veía tan brillante que, si lo hubiera agarrado por el cuello para ahorcarlo por no decirle que este era su plan, le hubiera dejado las manos llenas de purpurina. La misma purpurina que cubría a Becca a su lado. Bajita, morena, de ojos oscuros y con el pelo negro ondulado y largo. Siempre se veía colorida: llevaba una jardinera rosa, una chaqueta bomber lila y una cartera en forma de frutilla, que la hacían destacar incluso en medio de una iluminada y despampanante feria como esa.

Eran tal para cual.

Eran cómplices en este lío en que lo habían metido.

Solo hacía falta verlos juntos, tomados de la mano, con el alboroto y las luces, para darse cuenta de que solo ellos podrían haber preparado una cita doble en un lugar tan frenético como ese.

—Tardaron. Pensamos que ya no iban a venir.

Sintió los brazos de su mejor amigo alrededor de su cuerpo y creyó que se vendría abajo, así que, antes de hacerlo, lo abrazó de vuelta rogando por su ayuda a través del pensamiento. Un apretón más fuerte y un par de palmaditas en su espalda fueron suficientes para que al fin dejara quietas sus manos.

—Te odio profundamente —le dijo entre dientes cerca de su oreja para que no lo escucharan los demás.

—No es cierto y lo sabes. —Kai acomodó sus lentes al separarse, como si supiera algo que Adam no.

—Perdón, fue mi culpa. Me atrasé en estar listo.

Ah, Gael. Gael, quien había dejado ver en su cara la desilusión cuando habían llegado, ahora sonreía contagiado por lo radiante que lucían sus amigos, como si la decepción no hubiera existido.

—Gael, ella es Becca Romero, la novia de Kai, a quien ya conoces —su voz sonó demasiado aguda y, por la sonrisa de su amigo, supo que todos lo notaron.

—¡Hola! Me encanta tu chaqueta. Kai me dijo que tenías mucho estilo, pero no pensé que tanto.

—¿Lo crees? No es para tanto, me puse lo primero que pillé.

Gael tomó los bordes de su chaqueta mirándose con una sonrisa despreocupada. Cuando volvió a mirar a Becca, se encogió de hombros quitándole importancia, como si para él verse increíble fuera cosa de cada día.

—Becca estudia Diseño —dijo Kai y pasó un brazo por los hombros de su novia.

—¿En el edificio de al fondo de la universidad?

—Sí, aislados del resto, alejados de los ñoños de Ingeniería.

—¡Oye!

Kai la miró ofendido y apretó un poco el agarre de su brazo.

—Dices eso porque aún no me conoces, Becca —respondió Gael viéndose tan ofendido como su amigo—. Además, te juntas con los de Ingeniería en Química, ¿qué esperabas?

¿Disculpa? El ofendido ahora era él.

—¿Para esto querías una cita doble, Kai?

—Claro que no; no obstante, me parece pertinente destacar que de los cuatro solo hay una persona que puede entrar dentro de esa descripción y no soy yo, Adam.

My Chemical (Asexual) Love ✦ DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora