My Chemical (Asexual) Love ✦ DISPONIBLE EN FÍSICO

23.

—En serio me gusta.

Los ojos de Gael brillaban al mirar a su tutor, quien estaba sentado al otro extremo de la cafetería. Comía pizza, movía sus piernas inquieto y sonreía gustoso de la conversación que le brindaba el chico con el pelo rapado y negro que siempre le hacía compañía.

Kai Imato.

Qué ganas tuvo de hacerlo sonreír así. Qué ganas de tomar una tutoría de «Adam Baek General I».

—Gael, pareces un cachorro a la espera de un poco de atención.

Se giró y vio a Éden socarrón ante su miserable situación.

—Dime la verdad, ¿me veo muy patético? —Se enderezó en la silla como si estuvieran a punto de calificarlo en un concurso.

Éden rio nervioso y se desordenó el cabello calipso, el cual ya estaba algo desteñido. Sí, se veía patético. Dejó caer sus hombros y se desmoronó sobre la mesa como si fuera un muñeco de trapo.

—¿Explícame de nuevo por qué sufres tanto? Te gusta alguien y por primera vez no te veo feliz y emocionado al respecto.

—Mi vida es muy complicada en este momento y tú estás muy enamorado como para entenderlo.

Antes de que Adam Baek entrara a su vida, coquetear con un chico y sentir mariposas en el estómago eran como una droga alucinógena para él. Una sensación maravillosa que, como si fuera un rito, tenía un inicio y un final: empezaba con las miradas furtivas y terminaba con la culminación de todo en una cama.

Era maravilloso.

El panorama nunca había sido tan distinto y adverso para él como lo era ahora. No sentía mariposas, sentía un panal de abejas en todo el cuerpo por culpa de la ansiedad.

—Ah, Gael —canturrió Éden—, te ahogas en un vaso de agua. Eres igual a Miles.

Frunció el ceño y se incorporó solo para objetar:

—No lo soy.

—Sí lo eres. Miles también sufría porque no se atrevía a decirme lo que sentía cuando era evidente que yo también estaba interesado en él.

—No te hagas, Éden, fuiste más difícil de lo que insinuas. Te tuvo que invitar a cuatro citas para que, por fin, quisieras estar con él. Lo arrastré como un trapo por casi dos meses. Yo no quiero pasar por ese tipo de tortura medieval.

—Recién había roto con mi ex novia. Solo le pedí esperar. Míranos ahora, ser paciente trae sus beneficios —hablaba con una sonrisa en los labios, demasiado seguro.

—Ya, normal. Pero Adam Baek viene de otro planeta. No le agrado ni parece agradarle nadie.

Éden volvió su cabeza para ver hacia Adam, quien reía por algo que Kai le estaba diciendo.

—Yo lo veo como un chico normal.

—No lo conoces.

—No me hace falta para saber que eso de que no le agradas es mentira.

Se dejó caer de nuevo sobre la mesa con la cabeza entre sus brazos. Tonto Adam Baek, no sabía de lo que se perdía. A él todos lo buscaban, tenía chicos haciendo fila. No lo necesitaba.

Pero tú si lo necesitas, le recalcó su voz interior.

Él necesitaba que Adam Baek lo mirara como había hecho el jueves pasado y que lo rozara, aunque fuese con la punta de sus dedos, como aquella vez que lo tuvo en su casa. Si podía hacerlo sentir así con un roce, moría de ganas de saber cómo se sentiría tener sus manos en todo su cuerpo.