#1 The ice castle

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— ¿Dónde vamos?

— Tranquilo bonito, te estoy llevando a lo que será tu nueva casa, no tienes por qué preocuparte.— Dijo el hombre con mechas azules.

— ¿Vamos a tu casa entonces?

Él simplemente me miro y me sonrió, yo me puse a mirar por la ventana, pronto el camino empezó a verse demasiado boscoso mientras dejamos atrás la bulliciosa ciudad. Me abstuve a pensar algo negativo solo porque me acaben de vender como un trozo de carne a un alfa y me esté llevando a un sitio para nada concurrido, OBVIAMENTE no hay nada de lo que preocuparse. A lo lejos visualicé una gran mansión grisácea y reluciente, El de mechas estaciono el coche fuera de la casa cuando llegamos a ella.

— Ya llegamos, bajemos.— Bajamos del coche y lo seguí en silencio hacia la gran puerta de cristal, la puerta de la mansión. Una señora de mediana edad nos abrió la puerta justo cuando nos plantamos delante de ella.

—¡Mingi! Cuanto tiempo cariño, ¿vienes con tu pareja? ¡Anda! Pero si es un Dysania.— Ella dijo con asombro mientras que yo me removí incómodo en mi sitio.

—No, señora Misuk, Este no es Yunho. Es un regalo para San.

— ¿Le vas a regalar un Omega al señor Choi? Pues ya puedes ir volviendo para tu casa Min.— Dijo con seguridad.

— Oh, vamos señora Misuk, él está muy solo y...— Fue interrumpido por la misma.

— Mingi, sabes que al señor Choi no le va a hacer gracia. Además, ¿Este omega ha venido por voluntad propia? ¿Sabe acaso quien es Choi San? Habla.— Mingi se quedó callado y me miró, indicándome que hablara indirectamente.

— Y-yo, señora, no vine por mi propia voluntad y tampoco sé quien es el hombre del que hablan.— Baje mi vista al suelo.

— ¿Mingi te obligo a venir cariño?— Cogió mi mano cariñosamente y me llevo dentro de la mansión, nos sentamos en un lindo sofá, mientras que Mingi iba detrás de nosotros con la cabeza gacha.

— Bien, cuéntame que te hizo este imbécil.

— Señora, Mingi... No hizo nada malo realmente, mi padre me odia y me dio a unos señores para que me subastaran, Mingi me compró y por lo que pude escuchar su intención es regalarme al señor Choi.— La cara de la sirvienta se desfiguró cuando se empezaron a escuchar unos ligeros pasos por el pasillo e indicios de un aroma mentolado y refrescante.

La casa quedó en completo silencio para, luego, escuchar la voz de mando más potente que mis preciosos oídos han podido apreciar nunca.

¡SONG MINGI!— Tengo que decir que el gruñido que lo siguió fue escalofriante.

↳❄️」

Ahora todos estamos sentando en una mesa circular en medio de un amplio salón, Mingi tenía la cabeza gacha, mientras que la señora Misuk posaba su mano en su frente mientras negaba. En el centro de la mesa, presidiéndola, el que deduzco que es el San, o "Señor Choi". Yo estaba a un lado de Mingi así que me concentre en mi olfato para poder identificar lo que sentía el señor Choi, necesitaba concentración, ya que tenía 3 alfas al rededor, la señora Misuk es una alfa recesiva, solo puedo percibir una chispa de aroma leñoso, Mingi es un Axel, su complexión y olor me lo confirman. Y el señor Choi... Oh joder, él es un jodido Silveri. Intente concentrarme en su olor para identificar que podría estar sintiendo en este momento, aunque se notaba de lejos que este hombre rezuma ira. Desgraciadamente, mi concentración se vio interrumpida cuando sus grises ojos se clavaron en mí y su potente voz se hizo presente.

— Intenta usar tus habilidades conmigo y juro por la diosa luna que no volverás a apreciar la luz del sol.— Sentí escalofríos recorrer en toda mi espina dorsal y me hice pequeño en mi sitio.

— Señor Choi, lo siento, fue culpa mía por abrirle al Señor Song sin preguntarle primero.— La señora se apresuró a decir.

— Misuk, sabes perfectamente que Mingi es completamente bienvenido en esta casa, así que no tengo problema en que le dejes pasar sin preguntar, mi problema es que ha traído a ese omega.—Dijo, señalándome en el proceso. — Y por lo que he escuchado no es Yunho, así que ya te lo puedes estar llevando fuera de esta casa ahora mismo.— Su tono de voz duro y fuerte llego a Mingi como una flecha.

— Pero San... lo compré especialmente para ti, ¿¡Tú sabes cuanto tuve que pagar por ese culo de ojos morados?! ¡Es un jodido Dysania! ¿¡Te crees que iba a salir barato!?-Soltó Mingi, que mientras más hablaba, más se exaltaba

— Me da exactamente igual cuanto hayas tenido que pagar, y habla con más respeto, el chico es más que eso y tiene nombre.— Sus filosos ojos divagaron de Mingi hacia mí. —¿Cómo te llamas?— me miró serio.

— Me llamo Wooyoung, señor Choi.

— Bien. Mingi te vas a llevar a Wooyoung a tu jodida casa y vas a dejar de irrumpir mi tranquilidad y soledad, ¿verdad?— El susodicho pareció pensarlo un momento, para después negar frenéticamente.

— ¿Acaso quieres que Yunho me mate? ¿Crees que es una buena idea que llegue con otro omega a casa sabiendo que MI omega está en ella y embarazado con mi futura cria?

— Yo no compre un jodido omega en una puta subasta Mingi, es problema tuyo.— San se levantó de la mesa con la intención de salir de la sala.

— Por favor, San, quedate con él. No te cuesta nada, estás muy solo. Necesitas alegría y compañía, ¡No puedes quedarte solo para siempre, joder! ¿Quién va a dirigir tu jodida empresa cuando mueras?— San paro en seco, se dio la vuelta y avanzo hasta Mingi.

Los dos se encararon y empezaron a gruñir fuertemente, Misuk se empezó a poner nerviosa, ya que no podía ayudar gracias a su condición de alfa y yo estaba al borde de un ataque de nervios sin saber qué hacer, pronto empece a soltar feromonas de miedo. Los dos giraron rápidamente su cabeza hacia mí, Mingi se quedó ahí mirando, mientras que San caminó hacia mí y me miró fijamente.

—Misuk llevalo a la habitación que es contigua a la mía, se quedara en esta casa.

Ella asintió y me llevó hasta donde él indicó, entramos y me dio unas cosas para que empezara a ponerlas a mi gusto, como toallas, sabanas... Antes de salir me dijo algo que me desconcertó.

— Wooyoung... bienvenido al castillo del hielo.



𝗠𝗘𝗟𝗧𝗜𝗡𝗚 𝗢𝗙 𝗦𝗡𝗢𝗪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora