𝗠𝗘𝗟𝗧𝗜𝗡𝗚 𝗢𝗙 𝗦𝗡𝗢𝗪

#14 Little Woo

Observaba el lugar con gran detenimiento, ¡Realmente este sitio era enorme! Mama me trajo aquí y me dijo que me tratarían, no sé con qué, pero el sitio parecía divertido. Al principio tenía miedo porque me iban a pinchar unas cosas, y a Woonie no le gustan las cosas que pinchan... ¡Pero mama dijo que estaría bien y me volvería más bonito de lo normal! Yo soy un omega bonito, ¿Verdad? Mama me dijo que yo era Vesania, pero que con esas cosas raras me volvería mucho mejor que uno de ellos.

— Señora Kim, el señor Choi la reclama, quiere hablar sobre el sujeto 0163 con usted—. Mama suspiró.

—Wooyoung, hijo. Quedate aquí quieto y hazle caso a los médicos ¿Vale?—. Asentí enérgicamente mientras mama y la enfermera abandonaban la habitación.

Y así fue por un tiempo, no iba a la escuela y me quedaba allí en el laboratorio, con gente que todos los días me hacía pruebas en los ojos, me daba inyecciones, me hacían todo tipo de pruebas. Cada vez que me miraba al espejo veía algo diferente. Mis ojos se tornaron de un púrpura brillante y suave, mi piel mucho más suave, como la porcelana, ¡Incluso mi pelo dejo de ser rizadito como a mí me gustaba! Los científicos decían que iba bien porque incluso mi olor cambio a uno más dulce, aunque salió un poco mal porque no olía a frutas o algodón, pase a oler a chocolate con leche adulzado.

Papa nunca me llamaba y cuando mama quería hablar con ella solo le decía cosas feas y sucias que la desanimaban, poco a poco ella fue encerrándose en su despacho por mucho más tiempo y casi no la veía. Me fui quedando solito por qué mami era la única persona que conocí, hasta lo que conocí a él. ¡Conocí a Alfa!

↳❄️」

Gruñí

— ¡Choi San!—. El Alfa se dio la vuelta en su silla giratoria, pasándose la mano por la cara, ya harto de la situación.

— Qué pasa Wooyoung

— ¡Ya te dije! Podrías dejar ya de trabajar, ¡Dios, te pedí que pasaras menos tiempo aquí encerrado y no me haces caso! Solo quiero que te relajes un poco y estemos juntos—. Hice un mohín.

— Pero tengo que trabajar Wooyoung... 

Vi a Byeol situada cómodamente en el regazo de San mientras era acariciada por el mismo, me acerqué a ellos y puse mi cabeza encima de la pequeña gata.

— Yo también quiero mimos...—. San suspiró y paso una mano por mi cabello.

— Cuando termine iré contigo, ¿Está bien?—. Bufé y me fui hacia el salón.

Me tiré al gran sofá delante de la televisión de plasma sin saber qué hacer, podría ponerme a ver algún tipo de programa de TV cualquiera o empezar alguna serie que tenga por ver, pero nada de eso suena bien ahora mismo. Mi salvación llegó en el momento en que el timbre de la casa resonó por toda la estancia y fui corriendo a abrir la puerta, aunque ahora que lo pienso, no esperamos a ninguna visita y desde que Yunho se fue realmente no me relaciono con nadie más que con San. 

— ¿Me van a abrir o voy a tener que colarme yo mismo?— ¡Esa es la voz de Mingi Hyung!

Abrí la puerta con entusiasmo y una gran sonrisa en mi rostro, la cual se borró rápidamente al ver al acompañante del Alfa. Gruñí por lo bajo y los dejé pasar a la mansión, subí las escaleras rápidamente hacia el despacho de San para avisarle de la tan inesperada visita. Estaba un poco molesto, ya que sabía quien era el Omega acompañante de Mingi, y realmente no me iba a controlar en soltarle comentarios llenos de veneno si era necesario. 

—Sannie, Mingi hyung y un tonto Omega están abajo, han venido a visitarnos—. San se levantó de su escritorio y soltando un suspiro cansado bajo conmigo hacia la planta de abajo.

El Alfa menor saludo a nuestras visitas con una pequeña sonrisa cansada en su rostro, yo me posicioné a su lado, alejándome un poco de ellos.

— San amigo, luces cansado, ¿Pasó algo?—. Pregunto el Axel.

—Solo es el trabajo, no hay nada más—. Me escondí detrás de San y coloqué mi cabeza sobre su hombro, aspirando todo lo posible su aroma mentolado. Mingi nos observó.

— Wow parece que ustedes están muy juntos últimamente, ¿Teniendo un Omega así como puedes estar tan estresado San? Solo follalo hasta el cansancio—. Las palabras del Alfa me sorprendieron e hicieron mi sangre hervir.

— Cuida lo que dices Mingi, desde que murió Yunho no eres el mismo...

—Claro que soy el mismo, estoy mejor sin ese Omega, incluso desde que estoy con Hongjoong de manera oficial, me siento más feliz que nunca.

— Maldito hijo de puta infeliz, ¿Cómo te atreves a decir esa mierda cuando tu Omega murió hace poco menos de un mes? Eres escoria para la sociedad. Vas diciendo esa mierda de los Omegas y ni siquiera te miras al espejo a ti mismo, eres un ser asqueroso a mis ojos ahora mismo—. Miré al Omega a su lado y lo apunté con un dedo. — Y sé que tú amas a este imbécil que tienes al lado y por eso aceptaste salir con el después de toda la mierda que pasó, pero realmente él no es una buena persona en este momento y te recomiendo que te alejes, no te hará bien—. Tomé aire profundamente. —Ahora, fuera de nuestra casa.

Hongjoong se quedó sorprendido y se llevó a Mingi antes de que pudiera reaccionar correctamente, destense mi cuerpo y me di cuenta de que había estado apretando mis puños haciendo que sangraran un poco mis palmas, causa de que mis uñas se clavaran ahí con fuerza.

—¿Nuestra casa? Que yo sepa no pagaste ni un céntimo por ella—. Río el Alfa.

—Nuestra casa Sannie, nuestra y solo nuestra.