—¡Alfa!— Escuchaba sus quejidos desde el final del pasillo, realmente me estaba jodiendo la cabeza lentamente.
Wooyoung llevaba así toda la mañana. No se acordó de que pronto llegaría su celo y ahora tuve que sacar a todos los alfas de la casa y los omegas que hay se están empezando a marear por el fuerte aroma de Wooyoung. Por suerte a mí el olor no me afectaba demasiado, pero por precaución me había visto encerrado por un par de omegas en mi despacho, Aunque la fragancia llegaba a colarse por debajo de la puerta y llegar hasta mis fosas nasales, podía llegar a controlarme. Podía hasta que a media mañana los llamados a "Alfa" se hicieron presentes, oh dios, eso sí que me estaba jodiendo los sesos lentamente. Mis instintos saliendo a flote.
Recibí un mensaje, era de los pocos omegas que se habían quedado en la casa diciendo que habían abandonado el recinto, Me pidieron que no saliera de allí y que pronto llevarían supresores para Wooyoung. De repente el olor se hizo más intenso y unos suaves golpes en la puerta se hicieron presentes
— Alfa... abre...
— No, Wooyoung, vuelve a tu habitación y quedate allí.— Dije mientras me acercaba a la puerta para que me escuchara con claridad, mientras el olor se hacía más fuerte y mis pupilas se dilataban.
Los golpes en la puerta se hicieron más constantes y los llamados de Wooyoung también, yo me senté en mi silla mientras masajeaba mis sienes intentando calmarme e intentando pensar que podría hacer para sacar a Wooyoung de la puerta, lo único que podía pensar como solución era llevar a Wooyoung yo mismo a su habitación. Controlo bastante bien mis sentidos de alfa, así que me levante y camine hacia la puerta, apenas pude abrirla cuando el cuerpo de Wooyoung cayó sobre el mío. Me quedé aturdido sin saber qué hacer, él rápidamente movió su cara hacia mi cuello mientras aspiraba mi aroma, sentí como su cuerpo se relajaba al instante.
—Wooyoung, apartate. Tienes que volver a tu habitación.— Intente levantarme, cuando lo conseguí él enrolló sus brazos en mi cintura fuertemente.
—Alfa... mimos.— Giro su rostro hacia mi dirección, mirándome directamente a los ojos, estaban dilatados y llorosos.
Me quedé rígido en mi sitio, no, obviamente no voy a darle mimos a este omega, el simple hecho de que estemos tan cerca me causa repulsión. No quiero a ningún omega cerca de mí, todos deberían dejarme en paz, ¿Acaso me mude en medio de la nada para que este omega cualquiera venga y estropee toda mi tranquilidad y soledad? Claramente no.
— Vete a tu habitación y espera.— Intente zafame de su agarre, pero no podía, Wooyoung no paraba de restregar su nariz sobre mi cuello y suspirar a gusto.
Suspiré cansado y harto, no me gustaba nada esto, de hecho lo estaba empezando a odiar, una sensación cálida se extendía por toda la zona de mi pecho, absolutamente asqueroso. Él no tenía a ni la más mínima intención de apartarse y lo mostró antes, así que como pude, lo convencí de llevarlo a su habitación, rápidamente se subió a la cama y extendió sus brazos hacia mí, abriendo y cerrando sus manos en señal de que me acercara. Solté un quejido en protesta y me senté apoyando mi espalda en el respaldo. Wooyoung rápidamente se acercó a mí y puso su cabeza en mi regazo.
— Wooyoung sal de ahí, ponte recto.— Me congelé en mi sitio.
— No... Alfa malo.— Subió un poco su cabeza hasta posarla en mi abdomen y rodeó mi cintura con sus brazos —Pelo...— cogió mi mano y la poso sobre su cabeza, suspirando a gusto.
Moví mi mano suavemente sobre la cabeza del omega. Al principio estaba muy incómodo, pero lentamente mi cuerpo empezó a sentirse relajado y lleno de calor, estaba demasiado a gusto y Wooyoung llevaba un rato dormido, a mí me pesaban los ojos y lentamente los cerré hasta caer dormido también.
Nos quedamos durmiendo por horas hasta que despertó al sentir un ligero tacto y humedad sobre mi cuello, abrí mis ojos lentamente y pude notar a Wooyoung dejando un rastro de besos húmedos en mi cuello, aparte de que su potente aroma llenara la habitación y se pudieran notar demasiado las feromonas de excitación en el aire. Rápidamente, lo saqué de encima de mí y me puse de pie e intenté alisar mi traje lo más que pude, pronto pude escuchar a Wooyoung lloriquear y soltando quejidos.
— Alfa no quiere a Omega.— Empezó a llorar descontroladamente y yo no sabía qué hacer. ¿Qué se supone que tendría que decir? ¿Qué Alfa si quiere a Omega para que se calle? ¿Decirle la verdad? O sea, que Alfa no ama a omega.
De repente una sirvienta entró a la habitación con una bandeja con algunos supresores y un vaso de agua, Wooyoung no dejaba de llorar, pero cuando se dio cuenta de que ella se acercaba a mí empezó a gruñir.
— Wooyoung no gruñas.— Dije serio, realmente no entendía el comportamiento omega de Wooyoung.
— Señor Choi, ¿Quiere que le dé los supresores al señorito Jung o prefiere quedarse con él?— Dijo la chica.
—¡Dios! Dale los malditos supresores, me niego a ayudarlo y todo esto me incomoda en demasía.
— Siento que tenga que pasar por esto señor Choi, pero no se moleste demasiado. Supongo que como Wooyoung no tiene alfa lo busca a usted porque es el único que hay cerca. — Hablo mientras se acercaba a Wooyoung con el agua y las pastillas. —Tómelo, señorito Jung, se sentirá mejor.— Dijo tendiéndole los supresores.
—¡No!— Dijo mientras gruñía. — Yo quiero Alfa.— La chica suspiro y yo puse mis manos en mis sienes, masajeándolas en un intento de calmarme.
— Si lo tomas alfa estará contento.
Su cara se iluminó y tomo lo que le tendía la omega rápidamente y lo tomo, yo abandone la habitación con la cabeza a mil por hora. ¿Qué paso hoy? ¿Por qué el Omega de Wooyoung me buscaba con tanta ansia?, es imposible que yo le guste a ese omega, apenas hable con él y siempre soy frío con todos. Todo esto es muy confuso, sobre todo como se sintió mi corazón cuando estuve con él. Subí a mi coche y me fui, realmente necesitaba pensar las cosas y alejar a Wooyoung lo más posible de mí.
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𝗠𝗘𝗟𝗧𝗜𝗡𝗚 𝗢𝗙 𝗦𝗡𝗢𝗪
FanficSan, un Alfa con dinero, pero realmente infeliz, solitario y frío, es sorprendido un día por su amigo Song Mingi, que como regalo le lleva un Omega para que el Alfa por fin pueda emparejarse y no estar tan solo. San, que nunca en su vida experiment...