Survivor [Aemond Targaryen Y Tu]

Capitulo 8

Llevo encerrada tres días desde la última conversación con Aemond, realmente e pensado en no terminar ni la semana y mis cosas están siendo empacadas ahora, Ameni está igual que yo desconcertada por el avance que estaba teniendo y que luego se volvió un momento roto por mis actitudes

El está molesto, la única razón de que viniera aquí no me quiere ver, Halaena en persona se a encargado de traer la comida y hacerme compañía en las tardes, todos piensan que estoy indispuesta como cada mes y nadie desea molestarme, eso es un punto a mi favor

Alicent no me molesta para nada, vino a traerme una compresa caliente el primer día y luego no volvió, en el fondo se que le alegra un poco el hecho de que yo no esté cerca de ninguno de sus hijos

No me interesa en nada lo que piense, ¿o si? en ocasiones realmente analizo la particular manera en la que me mira y el grado de molestia que generó, creo que es porque yo misma me parezco demasiado a mi madre

Alguien toca la puerta, Ameni está acomodando la ropa en el cofre nuevamente así que me levanto de la silla y abro la puerta yo misma

Al otro lado está Aemond, no me había hablado ni dirigido la palabra en lo que resto de la semana, regreso mis obsequios y la mitad de mis cartas sin abrirlas

- Aemond - Hablo sin más mirando a los lados que no hay nadie - Pasa por favor

Me aparto de la puerta dejando que entre y tome asiento, sigue sin decirme nada solo toma asiento en uno de los sofás y yo cierro la puerta

- ¿A qué debo tu visita? - camino a la chimenea arrojando un poco de leña en ella nuevamente - Imaginé que ya no quería verme después de rechazar todos mis intentos de comunicarme contigo

- Necesitaba tiempo para pensar cosas - lleva su mano al puente de su nariz y deja escapar un suspiro

- Comprendo, por eso viniste a mitad de la noche hasta aquí - El asiente y yo me aferró más a mi bata

- Por favor no te vallas - Me pide una vez más

Son quellas palabras salidas de los labios de Aemond cuando mencioné que planeaba volver pronto a mi hogar y ahora me atormentaban una vez más la mente mientras me dispongo a escucharlo. El se mantiene en silencio sentado al otro lado de mi habitación mirándome 

Ameni comparte la misma cara que yo después de escuchar aquellas palabras, no se ni cuando empezó a escuchar pero si se que se mantiene de pie en camino a la ventana alejándose intenta poco a poco de nosotros

- Aemond - me separó de la chimenea y camino en su dirección - Este no es mi hogar y lo sabes

Mi mirada y la de el se cruzan cuando se pone de pie y camina en mi dirección tomando mi mano para que lo vea

- Naciste aquí, ya me lo habías dicho antes - su mano tiembla un poco - Este también es tu hogar, no tendrías porque irte

- Amo al abuelo, pero lamentablemente yo no puedo estar aquí, tengo responsabilidad con mi madre, Daemon y mis hermanos, alargar mi  estadía no tiene sentido - tomo su mejilla y le sonrió - Lo siento

- Soy lo que necesitas para quedarte - su mano me aprieta - Y se que es egoísta este motivo, pero quiero ser egoísta contigo, te quiero conmigo y para mí - su voz se corta antes de que agache la cabeza - Te amo

- Yo también te amo - menciono y rio levemente tomando su mano con fuerza para que me vea - Te amo mucho más de lo que piensas tonto

- Entonces no te vallas por favor - se deja caer al suelo - No quiero que vuelvas a Dragonstone con tu madre y mucho menos que te comprometan con tu hermano estando haya... Si tan solo...

- Pídelo - le digo agachándome a su altura - Si lo pides ahora lo aceptaré sin más, no preguntaré y no dudaré

El levanta su mirada a mi rostro y lo toma entre sus manos juntando su frente con la mía

- Cásate conmigo - Cierra su ojo y yo asiento - Quédate a mi lado siempre, no te puedo pedir más, eres la mujer que amo y a la que siempre amare

- ¿Me amas tan profundamente? - el asiente varias veces

- Te amo más que a mi propia vida, más que a cualquier posición que este apellido pueda darme, apoyaré tu reclamo cuando llegue el momento

- No deseo ser reina, el poder no es lo que quiero - niego rotundamente ante eso - solo quiero una vida en Dragonstone cuando lo herede

- Si es lo que quieres yo te apoyaré en ello

Ya no respondo, no quiero hacerlo o más bien no puedo, talvez no tenemos un anillo de por medio para sellar su propuesta pero acerco mis labios a los de el y lo beso, no se en que momento e comenzado a llorar

- Lo haré, me quedaré contigo - sonrió separándome de el - Pero para hacerlo...  Tengo que hablar con mis padres

- ¿Porque hacerlo? - Su mano toca mi mejilla acariciandola sutilmente - Vámonos ahora, hagámoslo cuando antes frente a Ameni, solo necesitamos un testigo de nuestra unión

- Debemos tener un Maestre en este tema - asiento poniéndome de pie - Necesito un vestido

- ¿De verdad? - sus palabras de emoción no caben en su boca - Iré a cambiarme y te veré en el salón del trono

Sus labios chocan con los míos una vez más y se dirige a la puerta corriendo, pero no es la única. Ameni se acerca y sacude mi cuerpo con una sonrisa

- Date prisa - Sonríe jalandome a la cama - Odio haber tenido que guardar estos vestidos para sacarlos de nuevo - no le importa y los empieza a tirar al suelo - Ví uno blanco aquí

- Me voy a casar con el - sonrió pasando los dedos por mi cabello viendo a la ventana, no es más de las dos y todos ya están dormidos, nisiquiera mis guardias estaban en la puerta está noche

- Vis - Ameni toca mi hombro y nuestra un vestido blanco suelto - Este lo trajo tu tía, la princesa Halaena para ti hace dos días - Lo nuestra y sonríe - Te lo pondré

Me pongo de pie y dejó caer la bata, rápidamente el camisón que llevo abajo me es quitado y en su lugar se me coloca el vestido. Es sencillo como la misma Halaena y verdaderamente hermoso, tiene dos botones para abrochar del cuello y es un vestido suelto

- Es hermoso - señaló lo obvio cepillando mi cabello para que ella lo acomode es una coleta de lado - ¿Es correcto?

- Si, lo es - contesta acariciando mi hombro para relajarme - Es por amor, lo haces porque lo amas - asiento - Por lo mismo solo debes sonreír cuando lo veas y dejar aue fluya todo

- ¿Fluir? - ella asiente - ¿Cómo se hace algo así?

- Bueno, tu y el príncipe, deberán consumar su matrimonio - me explica aquello como si tuviera dos años - ¿Está lista para eso?

- No, de hecho no - murmuró acariciando mi mano con nerviosismo - Aunque si lo deseo, el saber que tan maravilloso es estar con el que amas

- Cuando llegue el momento princesa, confíe en el príncipe, el porta más experiencia en estos asuntos - su mirada frente al espejo es dulce - El le enseñará aquello que le gusta a el y a usted