Capitulo 4

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- Escuché que te gusta cojerte a las sirvientas, tengo una duda, ¿Lo haces con las pordioseras también? - Una sonrisa burlona aparece en mis labios seguido de una carcajada - Y escuché que tu madre limpia tu suciedad ¿no te da vergüenza?

Sin que me dé tiempo de reaccionar su mano va a parar a mi cuello mientras me estrella contra la columna haciéndome escapar un quejido

- Cállate Visenya o yo mismo te mataré - Le tiembla la voz, se que seguramente nunca a matado a alguien y se que no me mataría a mi, no con toda la culpa que carga

- Si fueras a matarme tu mano no temblaría como la hace ahora - En este punto puedo ver de reojo a Halaena quien cubre su rostro sentada en la mesa

- Te enseñaré a no dudar de mi - Su mano hace más duro el agarré de mi cuello mientras su mirada cambia a una más furiosa - Te soltaré si me lo pides

- Prefiero que me mates - Respondo jalandolo hasta mi dándole una sonrisa - Ten el valor y mátame o Suéltame y déjame matarte después

- El zafiro azúl, el zafiro azúl - Sigo escuchando que en la habitación se repite aquella fase mientras el aire comienza a faltarme en los pulmones

- ¡Pídeme perdón Visenya! - Su grito me congela la piel - ¡Hazlo!

- Jamás - apenas formuló esa palabra mientras me atrevo a jalarle el cabello para que vea que no le temo

Cuando mi vista empieza a ponerse borrosa y mi cuerpo se marea escucho la puerta ser abierta y me cuesta distinguir el grito de quién a entrado en el comedor, pero cuando siento  la mano de Aegon alejarse de mi cuello tomo una gran bocanada de aire y me dejó caer en el suelo

- ¿Que mierda te sucede? Si la mataba nos hubiéramos liberado de su presencia sofocante - La voz de Aegon se ve opacadas por el sonido de un golpe

- Tu no tienes ni un poco de respeto a las mujeres que te rodean idiota - mi mano se apoya en la columna mientras intento darle la espalda a ambos y una tos seca sale de mi garganta

- ¿Estás bien? - Su mano toca mi espalda intentando ver mi rostro mientras yo agachó la cabeza lo más que puedo colocándola entre mis piernas - Alguien tráigame una copa con agua para la princesa

- Suéltame - susurro un poco sobando mi pecho cerrando los ojos en un intento de despejar mi mente - Por favor

- Te sentaré en una silla y después te soltaré - Su mano rodea mi espalda poniéndome de pie y me guia hasta una silla que ya está abierta para mí - ¿Cómo te sientes?

Mientras me sienta una joven mujer coloca en mis manos la copa con agua y dirige sus palabras a Aemond

- ¿Desea que busquemos a un Maestro? - pregunta con un cierto tono de preocupación mientras deja las cosas en la mesa

- Si, debes traerlo de inmediato para que revise el estado de salud de la princesa - su voz está molesta, pero logro identificar la preocupación en ella

- No - detengo a ambos levantando la mano - Nadie irá por nadie, no perdí la conciencia y esto no a sido nada grave

- Mira tu cuello - Aemond hace que levante el rostro en su dirección mientras cierro los ojos intentando apartarme de el - Deja de ser testaruda y necia, necesitas atención de un maestro

- Tu deja de ser un necio - abro los ojos para mirar el suyo por un instante - Agradezco la ayuda, pero no era necesaria mi príncipe, sigo viva, respiro aún

- Ese idiota pudo haberte matado - mira a Aegon que sirve un poco de vino en una nueva copa

- Pero no lo hizo y en parte es mi culpa lo que a pasado  - la puerta se abre abre y por ella cruzan el rey y la reina caminando a paso lento atravez del lugar - Majestad

Le doy un ligero empujón a Aemond que se pone de pie y se aparta lo suficiente de mi para que haga lo mismo

- No es necesario que se levanten por este anciano, tomen asiento - señala las sillas mirando el lugar

- ¿Pasó algo? - La reina mira y yo niego

- Un incidente con el vino solamente mi reina, nada de que preocuparse en realidad - Mi silla es abierta por Aemond que señala gentilmente mis zapatos en el suelo ofreciendo su brazo para que me recargue

- Mientras nadie halla salido herido, está bien - el abuelo se sienta mientras acepto la oferta de Aemond para colocarme los zapatos rápido y tomar asiento

- Ahora qué una parte de la familia está sentada, la mejor opción sería una oración - Alicent me mira - ¿Gusta darla está noche princesa?

- Honestamente mi reina me gustaría más dar la oración en el cumpleaños del principe si no es molestia, ahora mismo tengo la garganta un tanto irritada y preferiría no hablar mucho - le regaló una sonrisa mientras ella desvía la mirada

- Entonces está noche no tendremos una oración a los dioses - señala la mesa servida para todos - por favor disfruten la cena

Antes de que alguien tome si quería la cuchara Aegon ya a tronado los dedos por más vino a una de las coperas. Mi mirada viaja de el a mi copa cuando la chica se acerca haciendo lo mismo para mí

- Gracias - susurro dándole una media sonrisa extendiendo mi mano a los guisantes en la mesa

- Y cuéntenos princesa, ¿Cómo van sus estudios? - La reina nuevamente dirige su mirada hacia mi intentando entablar la conversación

- Mi estudio de Valiryo a resultado fructífero para todos en Dragonstone, así como mis estudios generales de Geografía e historia mi reina - mi mirada va directo a sus ojos

- ¿Y su preparación para ser una esposa?

- Seguramente va bien, tengo a varios hombres interesados en mi apesar de no tener más de 15 y creo ser capaz de cuidar de un hombre - El plato de Aemond se encuentra sin verdura alguna así que sirvo un poco en el - Aunque lo mas seguro es que mi madre siga su ejemplo mi reina y haga que contraiga matrimonio con mi joven hermano Jace

- ¿Eso podría ser verdad? - mi abuelo me mira y yo asiento

- Mi madre cree que lo más conveniente es que ambos como sus hijos mayores contraigamos matrimonio y después de su muerte mi rey y la de ella en un futuro muy lejano esperemos, nosotros tomemos el trono juntos como hermanos y esposos - Finalizó el relato

- Eso es una idea magnífica, las madres siempre tienen razón en lo que hacen - mi abuelo da un trago a su copa con una sonrisa

- Así que por suerte además de tener estudios en todo, tengo suerte de que mi esposo sea capaz de servirse el mismo la comida en su plato sin necesidad de que yo lo haga por el - miro a la reina con más una mueca que una sonrisa

Sirvo un poco de carne en mi plato y me dedico a cortarla a pesar de la mirada de casi todos en el comedor

- Visenya y yo hemos llegado a un acuerdo de igual manera - Halaena habla tranquila mirando su plato

- Halaena ¿Que haces? - Alicent intenta tocarla y ella aparta su brazo

- Cuando ella tenga un hijo ya sea varón o mujer será casado con uno de mis hijos - se pone de pie y levanta la copa - eso se debe de celebrar

Aegon y Aemond comparten mirada sin saber que decir y me veo en la necesidad de ponerme de pie levantando mi copa

- Mis príncipes, esa mirada de confusión es entendible pero lamentablemente solo las madres tenemos el poder de casar a nuestros hijos con quién querramos y como la princesa y yo somos tan buenas amigas nos parecio una buena idea - juego con mi copa en mis manos con una sonrisa - Y con la bendición de nuestro rey, esperamos que en algún momento del futuro, usted mi rey incluso pueda ver la unión

- Entonces salud - levanta su copa en nuestra dirección antes de llevarla a sus labios - Por las futuras alianzas que hoy se han formado entre familia, para que jamás tengan que romperse

- Por la familia majestad - sonrió a ambos dándole un trago al igual que Halaena

Survivor [Aemond Targaryen Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora