Capitulo 30

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Visenya miro los vestidos frente a ella, uno blanco uno verde y uno negro, tres confeccionados a la perfección con detalles en dorado que la harían lucir hermosa

Tenía tres opciones volver a usar el color de su madre, el de su esposo o el de una novia, no había más y estaba obligada a permanecer confinada en una habitación con Helaena hasta que Aegon fuera encontrado

- ¿Cuál usarás? - Helaena miro a su sobrina y luego los vestidos colgados - Debes escoger uno

- ¿Se supone que somos amigas? - Visenya seco su cabello con aquella toalla mirándose en el espejo - Yo no quiero que me hables

- No estarás molesta siempre - Visenya giro su rostro - Me quieres en alguna parte de ti

- Lo hago - acepto Visenya - porque eras mi amiga antes de que todo pasara

- ¡Lo soy! - Está miro sus manos - Antes de que tu te casarás con Aemond yo estuve con el, pero no entiendes lo difícil que fue vivir con Aegon

- Tuviste que decirme la verdad antes no ahora Helaena, el que me expliques las cosas ahora no cambia todas las mentiras - La calma de la joven se estaba ahogando - ¿Si hubiera sido al revés?

- Te perdonaría - Admitió Helaena - Porque te quiero más de lo que lo quiero a él, porque quiero a tus hijos y porque antes de ser tu tía, me e considerado tu hermana

- Pues que compartida eres - Soltó la más joven viéndola - Antes me compartías los juguetes, ahora me compartes al padre de nuestros hijos

- Se que no existe manera de perdonarme o excusarme por mis actos, pero yo me siento igual de mal que tú

- No, no lo sé, pero lo que si se es que mi Dharaenya está comprometida con su medio hermano - lo obvio callo en cuenta de Helaena - No le haré lo mismo que te hicieron a ti y claramente no mentire por el bien de Aemond y el tuyo

- No mientas - Helaena se acercó tomando la mano de Visenya - Admitiré mi falta frente al consejos admitire que mis hijos son de Aemond y olvídate del compromiso entre nuestros hijos. ¿Crees que mi cariño por ti vale menos que un hombre?

La mirada de Visenya vacilo un instante antes de reaccionar y darle un abrazo

- No quiero ser reina - admitió con cierto dolor en su voz - Solo quería irme, con Dharaenya y Aegon, lejos

- Fue el último deseo de mi padre, te dió la autorización de casarte con Aegon para volverte reina... Y seguirás casada con Aemond también

- No puedo, igual que tú estoy atrapada entre los muros de este castillo - el toque de la puerta hizo que ambas se separaran y mirarán al culpable

- Necesito que salgas Helaena - Aemond avanzo por la habitación - Cuida a Dharaenya mientras preparan a Aegon

- Alguien debe preparar a Visenya - reprocho la otra con amabilidad a su hermano que la miro de mala gana

- Creo que yo puedo hacerlo solo - Objeto tomando de los hombros a Visenya - Ve a mirar a Dharaenya, debe tener hambre

- Porfavor - Visenya movió ligeramente sus hombros viendo a un maestre entrar con su joven aprendiz

- Princesa Visenya - Hablaron ambos en dirección de la joven - ¿Cómo se siente?

- Bien - el suave cierre de la puerta se escuchó mientras Aemond obligaba a la joven a sentarse en el sofá - ¿A qué debo su visita?

- La reina Alicent nos pidió un chequeo para usted y su bebé - este señaló delicadamente el vientre de la joven mientras asentía - Hubo una lluvia muy fuerte y podría resfriarse

- Estoy bien - Afirmo la joven mirando a Aemond - ¿Vamos a dejar de pelear justo ahora?

- ¿Pelear? Tu eres quien se a empeñado en pelear

- ¡Yo no me empeñe en pelear! - la joven alzo la voz - Tu causas todos mis malestares, deten está guerra entre ambos

- Cargas a mi hijo - Señaló el príncipe sentándose frente a la joven - Seguirás viva hasta qué nazca, después sabremos que hacer

- Tus amenazas no causan miedo en mi - La sonrisa descarada de la princesa se vio en su rostro - si me quisieras muerta podrías pedirle a los maestres que me abran el vientre como se hizo con mi abuela Aemma y me sacarme a mi hijo. ¿No es así maestre?

- No nos gustaría revivir ese momento princesa - El hombre agachó la cabeza - fue un momento duro para su familia

- ¿Pero podría realizarse? - la mano de la joven se extendió a la espada de su esposo mirándolo - Dame tu daga, yo misma me saco al bebé y me muero, tu ganas y me libro de tus reproches y mentiras hasta que los dioses me castiguen con tu presencia en el otro mundo

- ¿Que tal? - la pregunta de Aemond fue en modo de molestia al maestre para alejar su cabeza de las ideas tontas que daban - ¿Está sano?

- Se escucha bien el corazón del bebé, la princesa está sana, será un embarazo tranquilo hasta el final - Visenya alzo la ceja con una sonrisa de burla - tres lunas llenas más hasta el alumbramiento

- ¿Llegaremos? - Aemond señaló la puerta a los maestres y se acercó a su esposa sentándose a un lado mientras está sonreía

- Deja de pórtate cómo una niña - murmuro Aemond mirando a la nada

- Deja de ser un imbécil - pidio está de nuevo - incate ante mi, pídeme perdón y admite tus errores... De rodillas

La mano de Visenya señaló el suelo siendo tomada por Aemond. Las miradas de ambos se toparon con una intensidad como el día de su boda, no emitieron ninguna palabra cuando Aemond de puso de rodillas y recargo su rostro en la tela del vestido

- Perdóname - pidió en voz baja - por mentirte a la hora de cortejarte, por hacer que renunciaras a tu título como heredera y por no decir que tenía hijos. Pero siempre estuve enamorado de ti, toda mi relación con Helaena fue porque no toleraba verla mal con Aegon

- ¿Estás arrepentido? - su cabeza se movió lentamente - Pídele perdón

- ¿A quien? - Aemond pregunto directamente a su esposa a los ojos una vez más

- A mi hijo, tu hijo - señaló con obviedad la princesa - Tu coraje, molestia o lo que pasará en tu mente te obligó a llamar a nuestro hijo bastardo, ¿Crees eso?

- ¿Mentias? - los labios de Visenya no emitieron respuesta - Si, lo hacías para darme una patada en el trasero, ¿Verdad?

- Lo merecías - admitió la joven princesa soltando su mano - Antes de que alguien venga y me obligue a colocarme uno de esos vestidos pídele perdón a mi bebé, por llamarlo bastardo, por dudar de mi fidelidad y la concepción de este

Un bufido salió de los labios de Aemond quien mordió su labio

- Perdóname bebé... No debí llamarte así, fue el coraje con tu madre lo que provocó esto. Estoy seguro de que no volverá a pasar ni hoy ni nunca más

Survivor [Aemond Targaryen Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora