Se ha vuelto costumbre ya, no hay día que no pase, ella derrama lágrimas en lo más oscuro de su habitación mientras él ignora que con cada una de sus acciones ella pierde el interés. Todos lo ven, ya no es la misma desde que está con él, se distrae fácilmente, pasa toda la semana en vela con lágrimas en los ojos, preguntándose qué hace mal para recibir esa clase gestos de él hacia ella, imaginando defectos qué tal ves no tiene, pero por lo insegura que él la ha hecho sentir lo hace. Todo se ha vuelto un ciclo repetitivo en el cual, él repite el mismo patrón y ella espera que en algún momento la pizca de amor que dice que siente hacia ella lo ilustre a hacer mejor las cosas. Es increíble lo mucho que se puede llegar a sufrir cuando alguien nos importa, y si, aquella joven en vela con lágrimas nocturnas en los ojos, soy yo.
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𝙼𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚗𝚍 𝙸
PoetryNeil Smith dijo una vez "El control de las armas es el control mental" pero, ¿acaso es posible poder controlar nuestra mente? La mente humana es un laberinto sin final, un tablero de ajedrez en representación de la vida y nosotros somos los peones...