𝚄𝚗𝚊 𝚕𝚎𝚌𝚌𝚒𝚘́𝚗

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He llegado a deducir, que somos forjadores de nuestras propias preocupaciones, mientras más nos obstinamos en cambiar, ajustar y conformar algo, alguien o alguna situación, es cuando más difícil se nos pone. Tan solo hace falta librar y excarcelar un poco nuestra mente, dejar de responsabilizarnos tanto con cosas que el universo ha de encargarse de acomodar luego. Ya no más preocupaciones absurdas en la cabeza, disfrutar lo que se pueda es todo lo que nos queda, lo demás se pondrá en su sitio a su debido tiempo. Solo es cuestión de pensarlo un poco, estropeamos cada vez más nuestro intelecto, alma y corazón al estudiar tanto las cosas, y para qué? Si solo nos hacemos daño, que sea como tenga que ser, monótono o inextinguible. Que pase lo que tenga que pasar, afable o indigno, pero ya no pienso encarcelar mi cerebro a aquello que no puedo ordenar y adecentar yo sola. Que sea el mundo quien disponga y decrete lo que al final persistirá y residirá en mi ser, tú o alguien más.

𝙼𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚗𝚍 𝙸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora