𝚁𝚎𝚗𝚞𝚗𝚌𝚒𝚎́ 𝚊 𝚝𝚒

8 1 0
                                    

Lo dejé ir, o más bien, renuncié a quererlo románticamente; estaba cansada de caminar en constantes círculos sin llegar a ninguna parte. Él se confundía, y en lugar de aclararse, prefería tomarme como compañera de sus sentimientos, volviéndome partícipe de sus miedos sin solución. Después de tanto tiempo, lo dejé ir, o más bien, volví a mí. Porque me di cuenta que al estar tan monótonamente tratando de ser perfecta ante sus ojos, solo me olvidaba de mi misma, de lo que valgo, y de todo lo bueno qué hay en mi.

𝙼𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚗𝚍 𝙸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora