𝙼𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚗𝚍 𝙸

𝙰𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜

Desde hace unos días he estado experimentando una extraña sensación de pérdida por personas que decidieron ya no formar parte de mi vida. Ha sido difícil, dejar la costumbre de apoyar a aquellos que consideraba tan cercanos a mi pero que al final terminaron clavándome una estaca en el alma cuando para mi eran intocables. Duele verlos juntos y no estar a su lado, no poder animarlos cuando las cosas van mal, pero algo también cambió, las personas a mi alrededor que supieron de la situación extrañamente me felicitaron, personas que nunca han compartido conmigo al saber que ya no estoy de su lado simplemente me dijeron: en verdad me alegro de que ya no pertenezcas a ese grupo, nunca pudiste ser tú misma ahí y ellos no valoraron la gran persona que eres, en especial aquel que hacías llamar el más importante y al que alababas en cualquier lugar al que llegaras, nunca dejó de decir insensateces sobre ti en tu ausencia, todo por unos achares porque sabe que no puede tenerte y hay alguien más a tu lado. Lo miré a lo lejos unos segundos y sentí un total abatimiento, no esperaba que él se marchara de mi vida y menos de esa forma. Honestamente no supe que sentir en ese momento, fueron tantos pensamientos ligados a tristeza que solo estuve callada un buen rato intentando ordenar mi cabeza. Al final entendí que todo había sido producto de unos celos sin sentido por el hecho de que mi corazón estaba ocupado por alguien más aparte de ellos a los que llamé "amigos", algo estúpido ligado con pura inmadurez masculina. Tal vez en algún momento logre borrar todos los recuerdos felices, todas las locuras que hicimos, cada risa que pasé con ellos y, cada lagrima y cara triste que uno en especial me ayudó a borrar en muchas ocasiones. O tal vez jamás los olvide, algo tan complejo como lo que vivimos es muy difícil que pueda sencillamente borrarse, pero de algo si estoy segura, no a cualquiera se le puede llamar "amigo" y eso, me tocó aprenderlo de la peor manera posible.