𝟹 𝚊𝚖

12 0 0
                                    

Está es solo una noche más, un mal día, podrás superarlo. Una oración que no para de ser repetida en la mente alterada de aquella joven de tes robusta, cabello oscuro y, ojos apagados y ojeras profundas como el océano, si, yo misma. He derramado tantas lágrimas intentando no sucumbir al vacío que siento dentro, he intentado con todo mi ser que las cosas sean diferentes, dar todo de mi, no rendirme, pensar que la vida tiene algo más que ofrecerme cuando de él se trata, pero, con cada gota que derraman mis pupilas mi corazón se tuerce, se marchita y se consume. He llegado a discurrir en más de una ocasión en tan sólo tirar la toalla, abandonar el barco, no luchar más y que la vida se encargue de esfumar los recuerdos que puedan quedar en mi memoria sobre nuestro apego. Pero, siendo honesta, no quiero, anhelo tan solo imaginar que debajo de todo este dolor que hemos pasado, toda la tortura que nos ha arropado desde el inicio, que después de todo lo que sin duda me he esforzado como jamás lo he había con nadie más, él mudará de piel, intentará alcanzar el objetivo que tanto he buscado para nosotros, será como aquel que hace que mis ojos se iluminen con tan solo una sonrisa, cumplirá tantas promesas que un día me hizo. A decir verdad, mi alma se desintegra a la espera, cada vez que mi mente perece en una noche más con ojos rojos, solo quisiera apagar todo y no continuar contendiendo. Pero puramente no puedo, algunas veces mi cabeza lo llama sadismo, manía u obsesión hacia su persona. Luego, el órgano detrás de mi esternón dice: no te preocupes, debes ser fuerte, paciente y mantener la poca cordura que te queda, tan solo es amor. Pero, ¿de verdad es así? ¿Es normal este calvario? ¿Es cierto que en la búsqueda de la felicidad románticamente debe ser tan difícil? ¿Intentar ser feliz con alguien debería doler tanto? Tan solo espero que esta pesquisa no destruya el poco juicio que aún precede dentro de mi cabeza, que las cosas mejoren y, estás lágrimas a las 3 am ya por una vez expiren.

𝙼𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚗𝚍 𝙸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora