𝙼𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚗𝚍 𝙸

𝙿𝚊𝚗𝚒𝚌

Ha pasado mucho desde la última vez que expresé mis pensamientos con el dominio de las letras, hoy lo hago con una sensación diferente.... Pánico, no sabría decir si alguna vez llegué a sentir algo parecido, si ese es el caso no podría compararse con lo que estoy experimentando en este instante. Lo curioso del caso es que cuando te sientes así no sabes exactamente cómo definirlo, son una clase de sensaciones que te quitan el habla, a tal punto que últimamente no puedo ni dormir sin sentir que muero en el proceso. Sientes que se te va la respiración estando dormida, como tu corazón palpita más fuerte y unos instantes sientes que dejó de hacerlo, pero vuelve y lo hace, rápido, fugaz y dinámico. Durante esto, tu mente divaga en aquellas cosas que no has podido hacer mientras sientes que mueres, aunque anhelas no hacerlo y luchas contra ello en tu cabeza. Cuando despiertas, estás como barco sin rumbo, imaginado que pasaría si no hubieses podido reaccionar a tiempo, lloras, sonríes, lloras otra vez y divagas en tus pensamientos creyendo que has caído en la locura, pero, es nada más y nada menos que pánico. Estando "consciente" sucede algo diferente, te quiebra la mente pensar en lo pasado, presente y también el futuro, haces ideas en tu cabeza de las cosas que podrían salir mal, de que pasaría si el sostén en tus ruinas mentales un día decide marcharse y no batallar más a tu lado, piensas ¿cómo sería tu alrededor si esto ocurre? Estás distraída, el café es tu mejor aliado al igual que las comidas nocturnas para mantenerte despierta, te invade la ansiedad más de lo normal, buscas actividades que distraigan tu mente porque sabes que darle tiempo libre a tu cabeza para pensar lo que quiera puede ser funesto para tu persona. Tus ojos se apagan, sientes que no disfrutas realmente de las cosas buenas, los demás se dan cuenta de tu distracción pero no dicen nada, en ocasiones sientes que no respiras, pero, te tomas unos segundos para dejar que el aire entre a tus pulmones y evitar sucumbir ante aquello que llamamos... pánico. ¿Asusta cierto? Si, lo sé, es una más de aquellas batallas a las que intento pervivir, no es sencillo, estoy consiente de ello, pero, supongo que ya es cotidiano lidiar con las tormentas en mi cabeza.