Las delicadas manos de Hu Tao estaban presionadas en la pared frente a ella mientras intententaba en el poco espacio que había no tocar al chico que había entre sus piernas y debajo de ella. En cuanto a Xiao, él trataba de levantarse para no molestar a Hu Tao logrando que en el intento ambos cayeran, esta vez extremadamente cerca. El rostro de la chica estaba en el cuello del muy sonrojado peliverde y este último tenía sus manos en las caderas de la castaña.Como ventaja ya no habían motivos para preocuparse de tocar al otro. Como contra su cercanía comenzaba a provocar cosas de las cuales ellos ni se imaginaban.
Debido al reducido espacio las manos de Xiao eran casi imposibles de mover y al intentarlo lo único que lograba era tocar y apretar más el abdomen de la chica. Hu Tao por su parte escondía sus rojas mejillas en el cuello del chico evitando además soltar sonidos raros provocados por esos dedos frios que tenía justo en su piel.Nada indicaba que la situación fuera a cambiar o mejor dicho, empeorar. Esto solo fue así hasta que sus suposiciones fueron totalmente incorrectas.
La respiración agitada provocada por los fallidos intentos de Xiao al mover sus manos ahora eran el único sonido que había entre ellos. El vapor en el aire cada vez era más y la castaña no podría resistir más otro movimiento de las manos del chico.
Xiao por su parte se encontraba preocupado, podía sentir el calor de la respiración de la chica chocar la piel de su cuello y esto hacia que todo en el se estremeciera. Incluido partes de las cuales solo la imaginación y el mismo pueden saber.
— X-Xiao, ¿Podrías... quitar tus manos?— Susurraba entre jadeos la joven chica. El Yaksha al escucharla reintentaba mover sus manos pero le era imposible.
Solo hasta que en un rápido y desesperado movimiento entre el Yaksha y la Directora Hu lograron ubicarse nuevamente, pero no para mejor. La joven castaña estaba completamente sentada encima del Adeptus y ahora las manos de este último sostenían las piernas de la misma manteniendola con ellas abiertas sobre él.
La situación iba a peor y esta vez sus rostros estaban a milimetros de distancia. Las mejillas de la castaña estaban al rojo vivo y las pupilas del peliverdes estaban dilatadas.
Algo no muy bueno había ocurrido trás tener a la chica que tanto ama encima de él.
La vergüenza estaba en su rostro pero al igual que las rojizas mejillas de la castaña, no podía ocultarlo. Era algo normal que sucediera pero para ambos era algo demaciado incómodo de mencionar.
Y nuevamente solo fue difícil de mencionar hasta que la inocente chica se dió cuenta del problema que estaba pasando el chico.
— Xiao, hay algo... — Su vista señaló abajo y buscó al chico con la mirada para verlo girar su cabeza en otra dirección, con esto evitando verla a los ojos.— Xiao...
Frustrado y con más vergüenza por la preocupación de la chica la miró con determinación.— Lo sé! Deja de moverte, por favor!
Tal como si hubiera sido regañada como una niña pequeña agachó la mirada dejando que su vista fuera cubierta por su cabello. El Yaksha por su lado volteó la mirada nuevamente hacia otro lado y cerró sus ojos.
Esto sin duda debía ser la peor de las torturas.
Horas más tardes...
— ¿Directora Hu? ¿Xiao? — El apuesto hombre miraba en todas las direcciones de la habitación buscando a los nombrados. Estos no daban indicio de estar ahí.
Cansado fue a dirigirse al cofre vacío que debía ser llenado con alguna que otra cosa para encontrarse con la sorpresa que menos esperaría.
La castaña se encontraba completamente dormida sobre el pecho del muy sonrojado peliverde. El hombre mayor de cabello marrón miraba la escena ocultando una notable sonrisa.
— Creo que se equivocaron de sitio.— Expresó aquel con gracia.
Las mejillas del Yaksha se volvieron más rojizas y sintió la verguenza invadir su cuerpo por completo.
— No es mi culpa. ¡Lo juro! Alguien nos encerró aquí.
— El único que conocía sobre este cofre eras tú, que coincidencia. ¿No te parece?
El rostro de sonrojo del chico pasó a ser de miedo y respeto hacia Zhongli en cuanto vió a este último hacer aparecer su lanza.
Lo que realmente sucedió...
— ¿Que es esto?— Preguntó Hu Tao a la nada al ver aquel enorme obejeto con una forma bastante similar a un ataud.
Con una idea malvada en mente se adentró en el mismo quedando completamente encerrada.
Horas después el chico peliverde había llegado al hogar de Zhongli buscando a este y por supuesto también esperando encontrarse a su novia.
Claramente esto último no se lo mencionaría a nadie.
Un extraño ruido de unos golpes llamó su atención y al igual que Hu Tao vió aquel objeto de grandes dimenciones que parecía tener forma de ataud.
Por supuesto su rostro pasó a ser más confuso al ver que los golpes venían de adentro de ese objeto. El cual minutos después recordó que Zhongli había mencionado algo de un cofre.
— Maestro?— Llamó a la nada, aquel ruido sonó aún más fuerte.
El Yaksha temió lo peor.
— ¡¿Acaso se quedó atrapado adentro de esa cosa?!
El ruido se detuvo... y por supuesto el Yaksha se preocupó aún más. Rápidamente se acercó a ese objeto y lo abrió encontrando a dentro, no a su maestro sino a la mismísima Hu Tao.
El rostro de confución del chico no tardó en reaccionar. Hu Tao rápidamente se abalanzó a abrazar a su novio.
— ¡Gracias por sacarme! ¡Pensé que estaría atrapada ahí toda la vida!— Exclamaba esta casi en lágrimas.
Ambos se encontraban de pie frente a esa cosa.
— ¿Por qué Mr. Zhongli tiene algo como esto?
El desinteresado Yaksha miró el objeto sin ninguna expresión en su rostro. Él sabía que era realmente pero no le interesaba en lo más mínimo. No, lo que realmente le importaba era ella.
Su vista se iluminó y volteó a ver a Hu Tao para encontrarse una desagradable sorpresa. Dos flechas venían en dirección a ella y Hu Tao no se había dado ni cuenta de la situación.
Asustado el Yaksha tiró de Hu Tao hacia él y tembló como nunca al tenerla entre sus brazos.
« ¡¿Quién diablos se atrevería a lastimarla estando el cerca?! »
Apesar de que buscó en la dirección en donde vinieron las flechas no pudo encontrar a nadie ahí.
Su expresión había cambiado a una de enojo y molestia. Y en sus brazos apretaba cada vez más fuerte a su chica.
— ¿Xiao? ¿Qué ocurre?
Ya un poco tranquilizado por la voz de su novia este miró a la chica.— No es na-
Y justo antes de que terminara de hablar ambos estaban siendo empujados dentro de el gran cofre y por supuesto encerrados en él.
— ¡Maldición! ¿Quién demonios hi-
Las palabras del Yaksha se quedaron en su garganta y tuvo que verse obligado a tragar al ver la imagen y posición en la que había quedado su novia sobre él.
« Esta vez... el maestro Zhongli va a matarme. »
| ... No saben cuanto amo dejar volar su imaginación.
En fin! ¿Les gustó el extra? ¿Les parece bien? Si no mal recuerdo esto lo escribí mucho antes de terminar de escribir realmente el tercer capítulo de este fic. Me pareció buena idea ponerlo en los extras.
Bueno esto es todo me retiro, ♡
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🎀 ⿻ ೨⭑ֶָ֢֢ 𝗝𝗘𝗔𝗟𝗢𝗨𝗦𝗬 ˖ ཻ 𝗁𝗎𝗑𝗂𝖺𝗈
Fiksi Penggemar︰⩩ huxiao ⭒ ۪꒷ ᮫ ࣭ ◂ Historia completamente mía y que probablemente no encaje con la realidad del juego, pero hago lo que puedo.