❛𝐅𝐈𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐄❜ ᵃⁿ ᵃᵉᵐᵒⁿᵈ ᵗᵃʳᵍᵃʳʸᵉⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ✓

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capítulo 4

VALYRIA SE HABÍA TOMADO MUY EN SERIO SU misión de averiguar cómo estaba el Rey Viserys de salud, no había logrado entrar a la habitación pues estaba custodiada y había órdenes de la mano del rey de no dejar entrar a nadie sin su orden. Había intentado todo lo que tenía a mano pero no había podido lograr nada, todos estaban misteriosamente sellados y nadie hablaba del tema. Había llegado el día de la boda y aún no tenían nada, tenían planeado irse lo más pronto posible de King's landing porque ninguno disfrutaba estar ahí pero ella se negaba a marcharse con las manos vacías, no estaba en sus planes decepcionar a su padre.

Le tomó horas arreglarse pues las damas decidieron hacerle varias trenzas complejas dejando aún cabello suelto, también la ayudaron a ponerse el vestido que Rhaenyra había mandado a hacer a su medida y las joyas que le pertenecían a la heredera al trono. Ella le había repetido que no solamente iban a representar a su familia en la boda, sino que también su futuro como gobernantes y aunque aún no se hayan casado y el rey no haya muerto, debían dejar en claro quienes eran e iban a ser. El vestido le gustaba mucho, tenía los colores que su madre había elegido para ella cuando era pequeña y siempre los usaba en cada prenda, rojo y dorado con detalles en blanco al final.

Una vez que estuvo lista bajó para encontrarse con Jacaerys, le sorprendió no haber visto a Aemond en el camino pero desde su último encuentro había estado muy desaparecido en el castillo. Ella se reía con tan solo pensar que aquello le había dolido tanto que ahora se la pasaba de burdel en burdel aunque no parecía ser el tipo de hombre que hiciera eso.

Jace le dijo que estaba muy bonita y le extendió el brazo, ella lo tomo y ambos se dirigieron a la puerta de entrada al salón donde serían presentados.

—En representación a la casa Targayen, el principe, Jacaerys Velaryon, primero en su nombre, hijo de Rhaenyra Targaryen, heredera al trono, y Leanor Velaryon, junto a la princesa Valyria Targaryen, primera en su nombre, hija de Laena y Daemon Targaryen.

La aparición de Jacaerys siempre causaba murmullos y revuelos en la gente, ahora aún más cuando su madre no estaba alrededor y cuando el rey tampoco estaba para defender su honor, Valyria había intentado destacar lo más que pudo, usando joyas brillantes y mirando a todos y a cada uno de los invitados, esperando que la atención vaya hacia ella y dejaran de comentar sobre la legitimidad de la sangre del muchacho. Al principio lo logró, se decía que Valyria era tan hermosa como su madre a esa edad pero que tenía la mirada imponente de su padre, pero al cabo de unos minutos luego de haberse sentado en la mesa Targaryen y de haber saludado a la feliz pareja la gente siguió hablando. Era la ceremonia de festejo del casamiento, no habían tenido ganas de ir a la ceremonia por esa misma razón pero tenían la esperanza que todos se olvidaran cuando comiencen a tomar.

—¿Deberíamos actuar como si estuviesemos enamorados?

—¡No! Espantarás a las mujeres si lo haces y no podrás bailar en toda la noche —le dijo ella mientras alguien servía en su copa un poco de vino blanco.

—¿No se supone que debo bailar contigo toda la noche?

—Ni lo pienses —lo regañó—, no puedes mantenerme el ritmo.

Era la primera fiesta de la princesa, nunca había ido a una antes y, aunque no quería admitirlo para no sonar muy cliché, aquello la emocionaba un poco y tenía ilusiones con respecto a bailar con alguien, no solo para divertirse sino porque esperaba demostrar que compartía algo más con su madre.

La fiesta no tardó en comenzar cuando ya todos los invitados estaban presentes, trajeron el banquete, más bebidas y comieron mientras había música de fondo. Valyria no la estaba pasando mal, Jacaerys era un buen compañero y se burlaban y reían por algunos atuendos peculiares que tenían los invitados. Eran cómplices, ella lo ayudaba a él a buscar una pareja de baile y él le decía quienes debía evitar y quiénes definitivamente le iban a ofrecer regalarle cosas a cambio de tocar su mano.