❛𝐅𝐈𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐄❜ ᵃⁿ ᵃᵉᵐᵒⁿᵈ ᵗᵃʳᵍᵃʳʸᵉⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ✓

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capítulo 9

DAEMON LE PASÓ LAS CARTAS A RHAENYRA, luego se tiró en su sillón y acarició su frente. Las noticias que su hija le traía en las cartas no eran ninguna novedad, pero de todas formas no era fácil de digerir el saber que su propio hermano estaba muriendo y lo estaban ocultando. Tampoco le cayó muy bien que Valyria le comentara que se iba a quedar hasta que ellos fueran, nunca habían pasado tanto tiempo alejados del otro y no le gustaba que esté en "territorio enemigo" cómo él lo llamaba.

Había hablado con Lucerys cuando llegó solo a Dragonstone y le gritó que no debía de haberla dejado sola y mucho menos luego de haberle contado como Aemond la seguía a todos lados para molestarla. Rhaenyra había intentado calmarlo ese día y logrado que no vaya él personalmente a acompañar a su hija, pero ahora le resultó casi imposible.

—Debo ir a King's landing, ella me necesita, mi hermano me necesita.

—Valyria no es tu única hija, Daemon.

—Pero ellos te tienen a tí, ella está sola con los asquerosos Hightower, en un nido de víboras.

Él caminó por su habitación y comenzó a tomar un par de prendas tirandolas en su baúl, Rhaenyra estaba sentada en su cama y lo miraba caminar en círculos.

—Olvidas la hija que criaste —respondió y se levantó sosteniendo su vientre para tocar la espalda de su esposo.

—Claro que no, se que de lo que ella es capaz, es mi sangre, pero por eso mismo los Hightower no la dejarán en paz. Estoy seguro que Alicent-

—Alicent tiene mejores cosas que hacer que molestar a una niña de 17 años —lo interrumpió— y tú hija no es débil como para dejarse llevar por lo que ella diga. Estaremos hacía allí en unos días, si no ha pedido ayuda aún es porque tiene todo bajo control. Te necesitamos aquí Daemon, yo te necesito aquí.

—¡Carajo, suéltame!

—No.

—Que me sueltes.

—No, así aprenderás que no puedes pelear con el cabello suelto —Valyria se agachó hacía su oído—. Todos se estan riendo de ti, fracasado.

Aemond intentó sacarsela de encima pero no pudo, algunos guardias que ocultaban sus risas ya no pudieron hacerlo y aquello era tan satisfactorio para ella. Había logrado derribar a Aemond tirando de su larga cabellera, luego había agarrado sus brazos y piernas e inmovilizado en el suelo mientras ella se sentaba encima y lo mantenía quieto.

La escena le parecía la más graciosa y satisfactoria que había vivido alguna vez, en ese momento ya no importaba que pasaba entre ellos dos cuando nadie los veía, solamente demostrar que era mejor que él y seguir humillandolo en público.

—¡Deja a Aemond! —Valyria suspiró y gruñó al escuchar la voz de la reina llegando al parque de entrenamiento con Sir Criston Cole siguiéndola—. Sácala, Cole.

El caballero caminó hacia Valyria siguiendo las órdenes de la reina.

—Me llegas a tocar y abriré tu cuello, Cole.

Pero él no le importó su advertencia y tomó la muñeca de la princesa con fuerza, Valyria con la mano que tenía libre, sacó su daga del cinturón y velozmente lo empuñó hacía su muñeca con intenciones de hacerle daño pero Aemond se levantó un poco y tomó del brazo que sostenía a Valyria para mirar a su entrenador directamente a los ojos.

—Dijo que no la tocaras.

Se levantó de golpe haciendo que ella caiga de espaldas al mismo tiempo que él la soltaba, Cole no supo que pasaba exactamente pero entendió con la mirada de Aemond que iba bien en serio. Lo desconcertó un poco.