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Ryland conducía hacia la dirección que le había dado Brendan, llego a una casa que no parecía estar en muy buenas condiciones.

─ Corazón, ¿aquí es? ─pregunto para estar seguro, pero no hubo respuesta─ ¿Bren?

Miro hacía el asiento trasero y vio algo que le causo ternura, pues Brendan estaba dormido con la boca entre abierta soltando pequeños ronquidos, que de seguro no había escuchado porque estos eran muy suaves y por ir entretenido en las canciones que se escuchaban en la radio.

Supuso que era allí basándose en lo que le había dicho Brendan de su hogar, parqueo el auto al frente de la vivienda y se bajo del auto para abrir la puerta del asiento trasero.

─ ¡Psss! ¡Brendan! ─dijo moviéndolo suavemente─ ya llegamos mi niño, despierta.

Al parecer el chico tenia el sueño pesado, pues no daba ni señales de querer despertar, parecía estar hasta soñando. Siguió insistiendo, hasta que pego un pequeño brinquito del susto al sentir una mano ser posada en su hombro. Inmediatamente volteo y vio a la mujer de aquella fiesta.

─ Así que si eres tú el padre de los mellizos que mi hijo tanto habla… ─dijo Alison levantando una ceja─

─ Pues si… soy yo. ─no sabía muy bien que decir─ ¿entonces Brendan es su hijo? Señora.

─ Si lo es. Pero no me hables de usted que tan vieja no estoy. Peque.

─ Ohh, disculpame entonces… ─dijo avergonzado por como lo había llamado─

─ Bueno, ¿Qué te parece si despertamos a este bello durmiente y te invito a un café? Tómalo como un agradecimiento y una mejor manera de conocernos…

Ryland asintió sabiendo a lo que se refería, además de que no quería ser grosero.

Luego de que Alison despertara a su hijo este entro a la casa y se fue a su habitación, por mientras Alison le trajo una taza de café con leche, Ryland le agradeció amablemente y la acerco a su boca con la intención de darle el primer sorbo.

─ Oye pequeñito, primero sóplale que esta caliente y después te quemas la boquita ─dijo con una sonrisa dulce, lo cual confundió a Ryland─

─ ¿Por qué desde que nos conocimos me hablas como si fuese un bebé?

─ ¡Ya se que parezco tonta! ─soltó una pequeña risa─ pero no creas que no note que usabas un pañal y que tomabas leche de un biberón. Eres el primer abdl que conozco ¡y te vez tan tierno!

Alison emocionada se sentó al lado de Ryland y comenzó a pellizcarle sus suaves mejillas y a jugar con su cabello.

─ ¡Oye! Deja mis mejillas que me duelen… ─pidió con un sonrojo tratando de apartar su mano─

─ Awww, pero peque-

─ ¡Mami! ─Brendan llamo a Alison, interrumpiéndola de esa manera─ ¿papi no te ha dicho todavía cuando va a volver de su viaje de negocios? O mínimo cuando puede llamarme…

La voz del adolescente sonaba triste, lo que hizo a Ryland confundirse.

─ No cielito ─Alison negó, en su mirada se notaba tristeza─ prometo decirte apenas él se comunique conmigo. Pero ahora estoy hablando con tu profesor, ve a tu habitación ¿de acuerdo?

─ S-si, lo siento Señor Ryland. ─se disculpo─

─ No te preocupes corazón ─Ryland mostro una sonrisa, sin todavía entender del todo bien─

El adolescente sin mas se fue a su habitación, Ryland sabia que muy probablemente con la pregunta que iba a hacer sonaría un poco metiche, pero la preocupación e intriga le ganaban.

Exceso De Dulzura [ABDL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora