until i found you | jasper hale

05

Habían pasado ya unos días desde que había llegado a Forks, Jasper y yo hablábamos con frecuencia en las noches debido a que mi insomnio se había tornado en algo intensivo de manejar, aún con ello, la voz de Jasper me brindaba aquella calma que necesitaba a la hora de dormir.

Por otro lado, Edward estaba ausente en la escuela y según Jasper también en su casa, eso era algo extraño al parecer.

Hoy, Jasper paso por mi junto a sus hermanos para ir a la escuela. Había estado lloviendo y el clima me gustaba.

-Tengo hambre. -me apoye en el brazo de Jasper mientras caminábamos hacia el instituto, tomados del guante mientras el sostenía un paragua. -Pero dejando eso de lado, he pensado en anotarme en el equipo de baseball, ¿qué opinas?

-Que te verás genial con el uniforme, pequeña bateadora. -Emmett entro a la escena despeinado mi cabello.

-Me gusta más ser pitcher, es quien controla el juego. -sonreí a medias.

-¿Equipo favorito? -pregunto.

-Astros y Dodgers, también las medias rojas. -asentí. -Eran los equipos favoritos de mi papá.

-Buen gusto.

Entramos a clases y dejamos que el día siguiera con normalidad.

-Quiero invitarte a mi casa después de clases. -le mire y mire mi ropa. -Podemos ir a tu casa a qué te cambies si gustas.

-Oh no era eso. -rasque mi nuca. -¿Les caeré bien a tus padres?

-Oh Livian, eres un amor te amaran. -Rosalie me sonrió. -No te preocupes por ellos, están felices de saber que Jasper tiene pareja y que ella es su completa felicidad.

-¿Soy tu completa felicidad? -mire a Jasper encantada, podría jurar que mis ojos en cualquier momento se pondrían dorados ante tal felicidad, sobre todo cuando sonrió apenado asintiendo. -Oh Jasper, tu también eres la mía.

Ambos entramos a nuestro salón de clases y mientras el profesor daba su clase, Jasper tenía mi mano entrelazada con la suya.

Amaba el contraste de su helada piel con la mía, porque de alguna manera, bajaba mi temperatura corporal haciéndome sentir de alguna manera normal. Como si nuestra extrañeza junta fuera normal.

-¿En qué tanto piensas? -dio un pequeño apretón en nuestro agarre.

-En nada realmente, disfruto tu compañía. -sonreí y la respuesta pareció convencerlo.

Edward por fin había aparecido y había asistido a clases, ahora nos encontrábamos charlando bajo el paraguas esperando la lluvia se calmase un poco.

-Entonces ¿Aceptaron tu propuesta del equipo? -Jasper me abrazo y negué.

-Solo es el varonil, por mucho que insistí denegaron mi propuesta.

-Bueno, habrá más equipos, además ellos se lo pierden. -el estacionamiento estaba lleno, la mayoría aún no se marchaba pero de pronto pareció todo ir en cámara lenta.

El chirrido de las llantas se hizo presente y un fuerte pitido apareció en el ambiente, .

-Por dios, Bella. -susurré y quise correr para evitar el golpe de aquella minivan hacia el monovolumen de Bella. -Jasper, suéltame.

-No. -gruño por lo bajo dejando de lado mis súplicas, pegó mi cuerpo al suyo, aspirando mi cabello en el proceso. -No te pondré a ti en peligro.

El derrape de las llantas en el pavimento, el golpe que sonó, los gemidos de sorpresa de todos, todo aquello percibieron mis oídos. No quería saber si alguien había muerto.