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—Así que ya hay dos chicas lobo más. —me encogí de hombros y tomé otro de los panecillos que había puesto en la mesa Emily. —¿Cambió algo cuando te transformaste?

—Yo nací como un metamorfo, desde que tengo memoria he podido transformarme. —comí un pedazo del panecillo y la mire. —Realmente están deliciosos, te pasare la receta de los canolis, te gustara hacerlos.

—Entonces, ¿siempre fuiste un lobo? ¿Naciste en cuatro patas? —Quil preguntó.

—No, cuando eres pequeño, como a los cinco años sufres tu primera transformación, a eso de los doce, te presentas, así como Sam es el alfa y guía a toda una manada, de donde yo vengo existen más de un alfa, el único que puede dar ordenes es el supremo, en mi caso, eran mis padres.

—¿Entonces tu puedes dar ordenes? ¿Por eso Seth te obedeció?

—Si y no, al morir mis padres yo era la siguiente al mando pero el poder lo adquirió mi tío, si yo hago un ritual, seré un alfa supremo, por el momento, soy un simple alfa.

—Genial. —Paul habló. —En una pelea contra Sam, ¿quien ganaría?

—El lobo de Sam es grande, no tanto cómo el mio, pero soy más ágil, si comparas fuerza bruta contra agilidad y destreza, ¿quién crees que ganaría?

—¡Genial! Eres como nuestra alfa y líder pero en mujer.  —Jared se rió y golpeo a Embry. —Dios amigo, deja de pensar en ella, no porque le hagas ojitos va a dejar a su impronta por ti.

—¿Te gusto? —sonreí al verlo ponerse rojo. —Bueno, no es difícil que te guste un dios.

—¿No es muy egocéntrico de tu parte decir que eres un dios? —Leah llegó a la escena y se sentó al lado de Seth.

—De hecho no, aunque bueno, apenas lo acabo de descubrir. —susurré y luego mire a Embry. —Encontraras a alguien mejor, alguien con, bueno, mejores genes, ¿en eso se basa la imprimación, no es así?

—¿Cómo lo...

—Entonces, ¿ustedes tienen un segundo al mando?

—Ese es Paul, aunque quisiéramos que fuera alguien más. —Habló Quil y asentí. —Tu puedes ser como nuestra mamá, aunque Emily es la alfa y bueno, ella es importante para nosotros.

—¿Iran con los Cullen hoy? quiero ver a..

—¿Cómo es que sabes tanto? Dios, es como si nos leyeras la mente.

—Puedo hacerlo si me das tu mano, pero no es por eso, soy un dios, se los dije.

—Woah, ¿en verdad? —Seth me miró y asentí. —¿Qué sabes hacer si eres un dios?

—Mmm, puedo volverme invisible, detener el tiempo si me concentro mucho, ayudar a curar a las personas de una herida que no esté relacionada con la muerte. —enliste. —Soy muy rápida y fuerte, puedo viajar al inframundo, también ir al olimpo pero, no puedo acceder de aquí.

—¿Y además eres un lobo gigante? —Jared me miro y asentí. —Eres como un superhéroe, solo que bueno, eres mujer y no usas capa.

—Ser mujer no tiene nada de malo. —lo mire. —Creo que todos podemos, bueno, podemos hacer lo que queramos y si mi tarea es proteger y ayudar a los demás, lo haré porque, creo que nadie lo hizo nunca por mi, hasta que conocí a mi pareja, me cuidaba y me trataba genial. —sonreí. —Antes de su accidente que sería el desencadenante de que perdiera la memoria.

—¿Entonces no sabe quien eres?

—Tiene el recuerdo de que existo pero, él no lo recuerda realmente, es como si Sam o Jared perdieran la memoria, el sentimiento que sienten por su impronta, estará ahí, intacto como el primer día, pero ahora pues hasta que no comience a recordar, no sabe de mi.

until i found you | jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora