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—Buenos días. —la mayoría me saludo de vuelta cuando entre a la casa de Emily. —¿Qué les gusta a los vampiros además de la sangre?

—¿Piensas regalarle algo a tu chupasangre? —Jared me miró y se carcajeo. —Regalale un venado o algo a lo que le pueda hincar el diente.

—¿Es una fecha importante? —Me miro Emily y asentí. —¿Por que no le haces un pastel?

—El no come comida humana, tiene que vomitar después de hacerlo. —me sente en una silla y tomé uno de los sándwiches que Emily había puesto en la mesa. —Recuérdame darte dinero para que sigan alimentándome, como sea. —comencé a comer y al pasar el primer bocado la mire. —¿Tu qué opinas?

—No lo se, a Sam le puedo dar una hoja y estaría feliz.

—¿Tienen fotos juntos? —Seth me miró y asentí. —¿Él la tiene?

—No, solo tengo la foto que nos tomamos juntos en el baile.

—Dale eso en un cuadro, una carta y puedes darle un collar o esclava o algo por el estilo. —le miré y asentí. —¿Qué me miran los demás?

—¡Oh Seth! quién diría que eres demasiado cursi. —Embry lo rodeó en su brazo y lo despeinó.

—¡Bia, dile algo!

—Embry, no. —le mire y de inmediato lo soltó. —Gracias, debo irme.

—¡Cuando vengas trae varios de esos panecillos que hiciste, son geniales! —Gritó Paul.

—¡Seguro! —comencé a caminar y me despedí de ellos a la distancia. —¡Nos vemos en la fogata!

Cuando estuve dentro del bosque, con híper velocidad me dirigí a mi casa, y habría logrado mi cometido de no ser por Emmett que se lanzo sobre mi.

—¡¿Qué te pasa?!

—Fue mi culpa, perdona. —Alice me miró apenada y me ayudaron a ponerme de pie. —Vi que le regalarías algo a Jasper por su cumpleaños.

—Si bueno, pensaba hacerlo hasta que Emmett me ataco.

—Deberías de ir al bosque, justo donde esta la cascada a media noche. —Massimo me dijo. —Jasper va todos los años.

—Ahora no esta en casa, fue a ver al clan en Denali por unas cosas y llegara al anochecer y después ira a la cascada. —Alice me tomó la mano. —Queríamos avisarte para que puedas dejarle su regalo.

—Gracias, ¿ya puedo irme?

—Claro. —comencé a caminar a un paso lento. —¡Ah y Bianca!

—¿Si?

—Si escribes tu historia, que la carta no abarque mas de tres hojas, es aburrido leerlas después. —Emmett rio.

—Eres un gran cotilla. —me acerqué a él y le di un golpe. —Le dire a Rosalie que no te ayude en las noches.

—Oh pequeña traidora. —se cruzo de brazos. —¿Quieres que....

—Lo que sea que quieras hacer, suficiente tengo con Edward y sus constantes cambios de humor perturbándome por si su relación con Bella es o no correcta, tu eres taan transparente que se que piensas inclusive sin leer tu mente. —arrugue la nariz. —Me tengo que ir porque nadie hará lo que yo quiero hacer.

—¡Suerte con el regalo!

En unos cuantos segundos llegue a mi casa y busque rápidamente aquella fotografía, Bella me ayudaría en hacer el regalo.

Hice una nota mental de ayudarla en todo lo que necesitara.

(...)

—Señor Swan. —lo salude cuando abrió la puerta.

until i found you | jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora