[EN PAUSA] además de los licántropos que existían provenientes de la tribu quileute, habían más criaturas de la misma clase con diferente origen, más fuertes, más grandes, más nobles también.
Livian era parte de estos, una chica que además de ser un...
—Entonces, ¿ellos no pueden comer nada de esto? —Nico comía muy agusto una hamburguesa en compañía de Seth.
Ambos habían entablado una amistad y después de haber visto a Seth en la boda, no había querido apartarse de mi.
—No, y es una lástima la verdad. —yo también les hacía compañía. —Seth, no es por correrte pero ya casi llega la media noche.
—Lo se, pero, me dijeron que me quedar aquí hasta que dieran las once y media de la noche.
Mire el reloj de la pared.
—Ya casi son las once y media, faltan diez minutos.
—Oh, entonces debemos de ir a los limites del tratado.
—¿Para qué?
—Es una sorpresa, Embry nos espera afuera.
—¿Por qué yo no puedo oír los pensamientos de la manada?
—Los bloqueó Sam para que no supieras nada, vamos.
Seth nos apuro a Nico y a mí para correr hacía afuera, encontrándonos con un Embry lobo en la entrada.
—¡Genial! —dijo Nico.
—Nico se irá conmigo y tu Bia, con Embry. —luego Seth se transformó también en un lobo.
—¿Qué dijo?
—Que lo uses como caballo, básicamente.
—Suave. —dijo y subió a Seth para rápidamente salir corriendo dentro del bosque.
Yo me tome mi tiempo y subí a Embry que de inmediato comenzó a correr. Casi me caía de sorpresa cuando comenzó a andar, pero era porque no me había acomodado.
Luego de unos segundos, descendió la velocidad, caminando lentamente y simplemente me recosté en su lomo mientras llegaba al lugar.
—¿Por qué vas lento?
"Hay fallas técnicas en la sorpresa así que haré tiempo en lo que lo solucionan"
—De acuerdo, es agradable salir contigo así Embry, pero, odio las sorpresas.
"Díselo a tu novio"
Siguió caminando lentamente hasta que de pronto se detuvo, hizo que me bajara y se escondió detrás de arbustos, al salir de estos, lo hizo en su forma humana y me sonrió.
—¡Hey!
—Hey.
—Ahora debemos de caminar hasta donde esta tu sorpresa porque si no, tu novio rubio me matara.
—Oh vamos, él no lo haría.
—No puedo asegurarlo, la media noche esta casi cerca y todavía no lo terminan, así que ir en lobo no es tan, como decirlo.
—¿Eficaz?
—Si, creo que si.
Conforme nos fuimos acercando a los limites del tratado, velas se fueron haciendo presentes en un sendero con pétalos de rosas, iluminando el camino hasta un arco gigante.
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