Capítulo 10

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[ Holaa, para este capítulo recomiendo escuchar "fall into u" de Oscar Lang (está en spotify), no os vais a arrepentir ✨]

Él

La miré en silencio
-¿Y ya conoces a quien quieres que sea esa persona?-

-Yo lo tengo muy claro, pero esa persona no parece darse cuenta-
Apartó la mirada y la dirigió al lago a unos metros de distancia.

Por una milésima de segundo me imaginé nuestra imagen, como nos veía alguien de lejos y desee con todas las fuerzas que apenas me quedaban porque ella hubiera pensado en mi al responder, me conformaría con al menos haber aparecido en su mente aunque hubiera elegido a otro.

Pensé tantas cosas y tan solo dije
-Ese chico tiene mucha suerte-

Ella

Me giré de nuevo para mirarle. Porfavor dime que es una broma y se está haciendo el tonto, mi mirada lo dice todo, ¿acaso no lo ve? ¿o acaso lo ignora?

-¿Y por qué asumes que es un chico? En ningún momento te he dicho mis preferencias.

Se puso nervioso y tartamudeó, intenté no reirme en su cara.

-N-no no ha sido a malas, no lo había pensando, no quiero que pienses que yo soy el típico que... -

-Eres tu imbécil- Lo callé y me permití una pequeña risa.

Él

Es mentira

Lo primero que pensé fue que era mentira, que ella nunca había pronunciado aquello y yo nunca lo había escuchado, que lo había imaginado, no podía ser real. ¿Yo? ¿Tenia oportunidad acaso de serlo?

-No juegues conmigo porfavor-

Ella

4 palabras, palabras que sonaron como una grieta al abrise paso en un muro, el ruido de cómo se alargaba la grieta y el hueco en la pared que dejaba, daba la impresión que se iba a derrumbar

No hablo de grietas. No al menos de los muros, quiero decir.

Lo miré, le mostré mi sonrisa más sincera y él bajó la mirada, se le salió otra sonrisa. Él me parecía un muro de piedras preciosas a las que el mundo solo le interesaba coger las más bonitas y hacer creer que el resto de cristales no eran lo suficiente bonitos para observarlos.

Volvió a subir la mirada a los ojos y nos besamos hasta conectar nuestros cuerpos y emociones en un simple contacto.

Él

Ese simple contacto alumbró las esquinas de una habitación a oscuras. Sentí la paz de ver el atardecer en un playa, la paz de tumbarse sin nada que hacer y decidir cual de todas tus canciones favoritas poner, y es que en ese momento, su risa era mi canción favorita y su sonrisa formaba la portada.

Ella

No fui consciente de si fueron segundos o minutos pero nada más separarnos sentí su ausencia.

Estuvimos abrazados, tumbados en el césped durante un par de horas mirando el lago, hablando de muchas cosas, cosas nuestras que sin ser privadas, la gente simplemente no nos había preguntado o había mostrado interés en saber y nosotros queríamos conocernos.

Un minuto a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora