Capítulo 21

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Él

Miré a Eric y a la chica, conocía de sobra a mi amigo para saber que su mirada indicaba sentimientos puros, él siempre había sido de querer de verdad y no de lios de una noche, le gustaba tomarse en serio las cosas sobretodo cuando implicaba los sentimientos de otra persona, responsabilidad afectiva no le faltaba, menudo partidazo era, sino yo fuese esa tía ya me habría lanzado. A ver que es mi amigo y no lo veo de esas maneras pero es en el hipotético caso de que yo fuese esa tía.

Miré a quién estaba a mi lado, estábamos medio abrazados, la atraje más hacia mi y le besé tiernamente. Al rato fuimos a dar una vuelta por el instituto para rememorar nuestros inicios.
Vimos la sala de ordenadores y al entrar la cerré con llave para que nadie molestara y pusimos las mismas canciones, nos sentamos en el suelo y revivimos lo de unos meses atrás solo que ahora no era una desconocida, ahora la quería con el alma, porque ha diferencia del corazón, el alma nunca muere.

Ella

Eran las 4 de la mañana cuando los borr4chos, los que tenían padres estrictos y algunos se fueron. El resto íbamos todos en pijama o ropa cómoda, cada uno llevaba su saco de dormir o manta, algunos llevaban hasta colchones y tiendas de campaña. Se avisó que la fiesta era a lo grande y se lo tomaron demasiado en serio al parecer.

Sobre las 5 ya no había música, solo las luces del pasillos se quedaron encendidas y todos estábamos comiendo lo que trajimos mientras hablabamos de cosas variadas. Hice amigos y mejoré la amistad con otros, me lo pasé genial.
Sobre las 6, estaba durmiendo abrazada a él, que me acarició el pelo después de un "buenas noches" y un beso en la mejilla.

Eric  (en el momento que fueron a la terraza)

Estuvimos hablando apoyados en la valla, uno al lado del otro, sin abrazarnos, sin yo mirarla, dirigiendo mi vista al frente donde solo veía las luces de la calle y la luna. Edurne sí me miraba a mi, le brillaban los ojos con el reflejo de la luna, se había hecho ondas en el pelo y estaba preciosa, me quedé como un tonto observandola fijamente y me acerqué mucho sin darme cuenta, cuando vi cómo me estaba afectando su presencia me hice para un poco para atrás y tosi algo incómodo, ella se acarició el pelo ¿se habia puesto nerviosa por mi? Su sonrisa estaba dibujando otra en mi cara y no me pude aguantar las ganas. Finalmente le cogí lenta y suavemente de la mandíbula y la acerqué a mi hasta unir nuestros labios en un beso tranquilo, repleto de paz como de sentimientos, antes de besarla le había dado un par de segundos para confirmarme a mí mismo que ella también quería y cuando ella misma se acercó más fui decidido.

Salimos del instituto a dar una vuelta, sin darnos la mano, otra vez uno al lado del otro, a veces su mano y la mia se rozaban al andar y ninguno hacia intento de apartarla hasta que tímidamente, en uno de esos roces ella intentó agarrar mi mano y yo se la di a ciegas, sin pensarlo dos veces. Dimos una vuelta, no dejamos de hablar en ningún momento, nos contamos muchas cosas el uno al otro (sin mencionar nada de mi padre) y cuando no se daba cuenta la analizaba, si no tenía nada con Edurne quería al menos recordarla en mis sueños cómo la chica que me despertó de mis pesadillas.

Sobre las 4.30am la vi bostezar y mirar el móvil, le pregunté si se quedaba a dormir en la fiesta o si quería que la acercara a casa.

-No hace falta, está cerca puedo ir andando.

-¿A estas horas? No me quedo tranquilo si vas sola, no me importa llevarte en serio.

-No quiero molestarte con irte si quieres volver a la fiesta

-No molestas, de hecho quiero ir contigo, si eso es fuera de la fiesta pues tampoco me pierdo nada allí.

Me sonrió e inclinó su cabeza a un lado, había ganado.

-Está bien pero prefiero ir andando, no está muy lejos.

-Lo que la dama quiera- Le hice una revelencia  y ella me pegó en el hombro a broma.

Fuimos andando, esta vez no de la mano pero si con mi brazo rodeandola mientras hablabamos de gestos musicales, me habló de un tal Harry y esa noche cuando volví a casa lo busque en spotify y me aprendí algunas canciones.

Cuando llegamos a su puerta sacó las llaves y le quite el brazo, se dirigió a la puerta y antes de introducir la llave en la cerradura se volvió hacia mi rápido y me abrazó, pasando sus brazos por mi cuello y yo le rodee la cintura. El abrazo duró un minuto, me gustó sentir que ella estaba ahí, mostrándome su cariño, cuando nos separamos no nos besamos ni le dije nada más que un "buenas noches, descansa" una sonrisa sincera y cerró la puerta.

Yo volví al instituto, me quedé de pie mirando la puerta, no me apetecía entrar sabiendo que no la encontraría allí.
Saqué el móvil, escribí al grupo que me iba a casa sin explicaciones y fui a por mi moto.

Antes de sacar la llave me respondieron, un amigo dijo aue necesitaba que lo llevara y que entrara un momento para ayudarle a coger sus cosas. No vi por qué no y entré al edificio.
En la mesa vi el bolso de Edurne, pensaba que sería otro igual y no di importancia pero sus amigas estaban sentadas al lado, custodiandolo y una me llamó.

-¿Qué quieres?- Le pregunté.

-Edurne se ha dejado el bolso, ¿la vas a ver mañana? para que se lo des digo, nosotras no la vemos hasta el lunes y lleva la cartera y otras cosas importantes.

-Bueno... - Me rasqué el pelo de forma nerviosa.

-¿Entonces?
Su mirada indicaba que no admitía un no por respuesta, que quería que la viera aposta, con el bolso o sin él. Que amigas más listas tiene, pensé.

-Yo se lo doy.
Cogí el bolso y ni me despedí, encontré a mi amigo, le ayudé con sus cosas y lo dejé en su casa, después me dirigí a la mía.

El domingo por la mañana fui a dar un rule con la moto yo solo con Él, él me habló de ella y yo le hablé de Edurne.

Por a tarde, le mandé un mensaje
<¿Estás en tu casa? >
<Sí, por? >
<Nada, en 5 minutos me abres la puerta>
<Eeh, vale supongo, ¿y eso que vienes a verme?

No respondí, a los 6 minutos estaba en su puerta y me abrió, en calcetines y con moño de ir por casa, salió para darme un abrazo y yo se lo di pero al separarnos, antes de sue se alejara mucho le di un beso a lo que luego me sonrió. Le di el bolso, me miró sorprendida y me lo agradeció.

-Mira dentro.
-No creo que falte nada.
-Ya pero igualmente mira- Le dije

Me hizo caso y miró, su boca se abrió en sorpresa y sacó el chocolate que le metí un rato antes.

-No jodaaas, me encantas.

La miré, ahora yo era el sorprendido.

-Quieri decir, me encanta. El chocolate, sí eso.

Lo intentó arreglar pero yo ya me acerqué y la abracé, no quería alejarme de ella ni un segundo.

Al final acabé en su salón, comiendo palomitas y viendo a illojuan abrazados. Me ofreció quedarme a cenar pero decidí que era hora de irme.

Me acompañó a la puerta, salí y aún estando yo de espaldas me llamó por mi nombre, nada más girarme me puso una mano en el cuello y me besó. Edurne me besó.

Me fui más contento a casa que un borracho. Desde lo de mi padre no había sentido esa felicidad rn ningún momento y di vueltas tontas con la moto con tal de seguir recordando el momento en mi cabeza una y otra vez hasta que rato después de cenar me dormí en mi habitación.

Un minuto a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora