Capítulo 19

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Mejor amigo ↬ Eric

Él

El silencio era el único ruido en la calle, no había coches ni gente paseando a sus perros, solo nosotros dos y el humo de su cig4rro nos envolvía.

-Bueno, ¿que me tienes que decir?

Eric

No sabía por donde empezar, no estaba preparado para aquella conversación y nunca lo estaría en realidad pero solo te tenía a él, sino podía decírselo a él no era a nadie y me estaba ahogando en un océano de kilómetros de profundidad, no quería arruinarse la noche por mi así que fui a lo fácil.

-¿Te gusta de verdad?- Solté

-Sí, no me lo tengo ni que pensar, creo que es ella.

-¿Crees que es ella?

-Eso creo, si la pierdo a ella me pierdo a mi.

-Y... os veis cada día y eso?

-Eeeeh.... sí, te pasa algo?

-No, es que... últimamente me he estado sintiendo... siento que nos hemos alejado y que ya no estamos tanto tiempo juntos pero no tiene que ver con ella, es conmigo, me siento lejos de la realidad, como si todo fuera un sueño del que no acabo de despertar. Más que un sueño una pesadilla, el otro día estuve en el hospital.

-Joder tío, pensaba que estabas mejor no parecías estar mal

-No quiero que nadie me vea así y no se lo puedes contar a nadie, solo que estoy acumulando mucho, no quiero explotar y solo te tengo a ti, de verdad digo, los demás no saben los detalles, no estaban ahí cuando todo pasó y tu sí, estuviste en cada momento a mi lado.

Él

Nos sentamos en la acerca, y hundió la cabeza entre las rodillas, con el cigarro hacia fuera. Yo le abracé y di golpes en la espalda, sabía que él nunca demostraba cómo se sentía y aquello lo estaba hundiendo como para mostrarse así de vulnerable.

Yo era de los que creían que mostrar que estabas mal te hacía vulnerable, incluso débil, que tenías que fingir que no pasaba nada malo hasta que acumulabas cada mínima cosa y explotabas en cualquier momento y aunque mucha gente no le importaba cuando los necesitaba, Eric sí estaba y yo lo estaba para él, nos teníamos los dos y aunque yo ahora también la tenía a ella sabía que para él era el único con quien podía abrise.

-¿Que te han dicho los médicos? Le pregunté.

Su respiración estaba congestionada, lo que quería decir que en cualquier momento las lágrimas saldrían.

-1 mes. Solo un mes y se va, así sin más se irá su cuerpo, de mi vida, del mundo y mi madre está derrotada, él no se entera mucho por las pastillas pero sí siente nuestra tristeza y sus únicas fuerzas las usas para darme un apretón en la mano o en el brazo, me dedica consejos que apunto y que ni entiendo pero que me pide que nunca lo olvide.

-Hermano, no me imagino lo que estás sintiendo pero es un proceso, en un mes de hundirás y después de un tiempo saldrás a flote, es ley, puedes con esto y si no te levantas me siento contigo, como ahora, hasta que quieras y después de ayudó a levantarte ¿vale? no estás solo.

Eric

Yo sentía que sin mi padre no era yo, que me quitaban mi infancia y juventud, me quitaban parte de mi y no sabía si podría ser igual después de eso, él lo sabía y me abrazaba, lo eché todo, me quedé seco y fuimos al chino

-Espera aquí- Dijo y me quedé en la puerta terminandome el segundo cig4rro.

Salió con una botella de agua y unas chuches, me las dio y mi sonrisa y mirada le agradecían todo lo que mis palabras no podían expresar en ese instante.

Tiré la colilla y la pise y después de volver a poner mi tapadera de tio frío nos acercamos al grupo de nuevo, seguían como antes pero hablando de otras cosas.

Ella

Cuando llegó pidió que le hicieran sitio a mi lado, y se apoyó en la espalda del banco mientras jugaba con mi pelo.

No le quitaba la mirada de encima, no gustaba lo que veía en sus ojos, miré a su amigo y entendí que estaba mal, le sonreí en forma de ánimo y me devolvió media sonrisa, apreciando el gesto de consuelo aunque no pudiera hacer nada por él.

una hora después

Él

Estábamos todos riendo y contando nuestros momentos más vergonzosos y graciosos.

Se hizo tarde y le dije en oído si quería que la dejara en casa, estaba bostezando y me dijo sí con la cabeza.

-Nosotros nos vamos ya dije levantándome.

-Yo también, que tengo sueño- Respondió Eric

-Pues vosotros ir a dormir, nosotros nos quedamos.

-Venga hasta mañana

Arrancamos la moto, Eric salió primero y yo lo seguí, al dejarla en su puerta mi amigo aprovechó para responder algún mensaje y yo me quité el casco para poder besarla a ella, y decirle buenas noches.

-¿Cómo ha sabido Eric venir hasta mi casa?- Me dijo susurrando al oído para que los vecinos no escucharan

-Porque la primera vez que te deje en tu puerta después de instituto fui como un crio ilusionado a decírselo

Ella

Su mirada cuando lo dijo era tan sincera y brillante, le di un besito y entré a casa. Me dormí en seguida.

Él

-Arranca tío- Le llamé

Eric salió primero y aparcamos en los bancos enfrente de su casa, que estaba a unos 2 minutos de la mia.

Nos quedamos en el banco hablando hasta las tantas, sin tocar el tema de su padre, ya que, sin decirnos nada simplemente sabíamos que ambos queríamos despejarnos y no pensar en nada. Solo hablar de tonterías o teorías de la existencia, sin más.

Volví a casa a las 5 de la mañana, sin hacer ruido me cambié y me dormí.

Un minuto a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora