Primer Día

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Espero que les guste~

Nota: MK es un tritón pequeño, de cola roja brillante y con detalles en dorado, su cabello castaño y con una cosa extraña de color rojo rodeando su cabeza que mantiene el pelo lejos de su rostro. Tiene los ojos negros y pequeños colmillos que le sirven para comer

En la mañana siguiente, Wukong se despertó y, después de estirarse y bostezar, fue a lavarse los dientes, una extraña costumbre que tenía desde que los cepillo de dientes aparecieron. Cuando terminó, se dio la vuelta para mirar a su herido invitado pero, para su sorpresa, el pequeño ser estaba despierto y asomándose apenas por el borde de la bañera, mirándolo con sus ojos oscuros llenos de curiosidad y cautela, aunque el dios podía notar algo de miedo allí. Por supuesto, él era un extraño y el pobre se despertó en un lugar desconocido, era común que estuviera asustado.

-Hey Buddy...- saludo, sonriendo con algo de nerviosismo. Era bueno para lidiar con monos pero más allá de eso, era bastante torpe si era sincero. -...solo estoy aquí para revisar tu herida...- dio unos cuidadosos pasos hacia el frente pero el chico pareció considerar que estaba demasiado cerca, moviéndose para apoyar su espalda contra el otro lado de la bañera y sin apartar la vista, haciendo un extraño siseo que sonaba como un gato enojado, mostrándole los pequeños y afilados colmillos que tenía como una señal de advertencia. -Wow, wow, tranquilo chico, no voy a hacerte daño- levantó las manos, intentando verse inofensivo, pero al parecer, la herida le empezó a picar, el niño bajando la vista y haciendo el amague de rascarse con una mueca, algo que él aprovecho, acercándose rápidamente y comando la pequeña manos antes de que pudiera tocar la herida. -Si te rascas, te sacaras los puntos y créeme, coserte mientras estás despierto no será nada divertido- y de repente, todo el miedo y la cautela de parte del tritón desaparecieron cuando sus ojos oscuros se fijaron en el brazo del dios, abriendo apenas la boca con asombro y con sus ojos brillando con curiosidad infantil mientras levantaba su mano libre para tocar el pelaje ajeno. -Está...bien- enarco una ceja, algo divertido, pero supuso que era mejor ser investigado que temido. Aprovecho ahora que el niño estaba manso para alzarlo y sacarlo de la bañera, sentándose en el suelo de piernas cruzadas y colocándolo en su regazo, sosteniendo al niño con un brazo para dejarlo seguir pasando sus dedos por su pelaje y mirando la herida. No había signos de infección ni de sangrado, así que eso era bueno. -Bueno, al menos, no te arrancaste ningún punto- el tritón hizo un sonido y de pronto, estaba tosiendo, fuerte y húmedo. -¡Mierda!- lo inclino ligeramente hacia delante, usando su otra mano para darle palmadas en la espalda en un intento de ayudarlo. Su pelaje se erizo cuando el niño escupió algo rojo directo en el suelo y por un momento, temió. El daño externo era una cosa de la que se podía ocupar pero si había daño interno, no había nada que pudiera hacer. Le acarició la espalda con suavidad mientras él seguía tosiendo por unos segundos, jadeando al terminar, exhausto.

-Ya, pequeño, ya paso- lo movió lentamente para poder acunarlo boca arriba, una ola de alivio inundándolo al notar que el chico no se agarraba el pecho, sino que llevaba sus manos a la garganta y hacia una mueca de dolor, algo de sangre manchando su barbilla. -¿Te lastimaste la garganta?- para su sorpresa, él asintió. Eso era una buena señal, significaba que estaba atento y que además lo podía entender. -Bien, eso es algo que se puede arreglar- asintió, ya repasando en su mente alguna solución. Iba a tener que comprar té y quizás averiguar que más podría hacer para ayudar. -¡Hey!- bajo la vista al sentir algo su mano, enarcando una ceja. El tritón le estaba mordisqueando la mano, sin llegar a hacerle daño pero si dejándolo sentir sus afilados colmillos. -¿Estoy rico al menos?- el menor lo miro con sus ojos oscuros y negó apenas, aunque no se detuvo, su aleta brillante moviéndose ligeramente. -Bien, lo entiendo, tienes hambre...- bufó, divertido. -...pero no tengo ni idea de que comes- y ahí estaba el problema pero algo se le vino a la mente, dejando al niño dentro de la bañera, ganándose un suave y casi inaudible sonido de confusión, alejándose y volviendo apenas agarro lo que había ido a buscar. Un libro para colorear de animales, algo que por alguna razón entretenía mucho a los monos más jóvenes. -Aquí esta tu menú- lo dijo en tono divertido y eso pareció animarlo, una pequeña sonrisa dibujándose en el rostro del niño. Paso las paginas, algo aliviado cuando el chico pareció ignorar a los animales de carne roja, notando cuando se animo de repente y señalo con entusiasmo. Volteo el libro, enarcando una ceja ante el dibujo de un pez al puro estilo de caricatura. -¿Pescado?- lo miro para cerciorarse, él asintiendo con energía. -Muy...bien, tu eliges- y aunque se sentía algo confundido, salió y no mucho después, volvió con un pez recién pescado sostenido firmemente por su aleta, el cual se retorcía en un intento de volver al agua. Si no fuera por su fuerza superior, Wukong esta seguro de que habría recibido un coletazo en el rostro. -¿Esto te sirve?-el tritón se animo al verlo, estirando sus brazos y haciendo un gesto de impaciencia, básicamente abrazando al pez que se retorcía entre sus brazos.

Iba a dejarlo solo para que comiera tranquilo pero la morbosa curiosidad le gano y se quedo mirando, sorprendido cuando el niño sostuvo firmemente el pez que se seguía removiendo, relamiéndose los labios antes de abrir la boca y darle una gran mordida, arrancándole un pedazo y al fin, el pescado quedando quieto, muerto. Parpadeo, notando lo gustoso que se veía mientras masticaba el gran bocado que le había dado al pez y tragaba, inclinándose para volver a morderlo, al parecer sin importarle el ligero liquido rojo proveniente del pez que ahora manchaba su pálida piel y empezaba a teñir parte del agua.

-Voy a tener que bañarlo...y cambiar el agua- se dio media vuelta y salió, dispuesto a dejarlo un rato solo.

Pequeño TritónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora