¡Tío!

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Espero que les guste~

Nota: Tang es un tritón y un guardián, aunque vivía en la ciudad, volvía al agua en cada oportunidad que pudiera

Nota-2: Algunos de los guardianes son enviados a tierra firme, aprovechando la oportunidad de que las perlas los trasforma, y están ahí para hacer lo posible para mantener a los humanos lejos de su gente

MK hizo un pequeño puchero, mirando a su alrededor, pero era demasiado pequeño y no podía ver más allá de la multitud que estaba a su alrededor. Temía moverse, aunque ya estaba perdido, sin poder encontrar los rostros familiares de sus cuidadores y sólo sintiendo que su ligero miedo crecía, sus pequeñas manos temblando. Empezó a caminar después de un poco más de duda, tropezando un poco al poder salir de entre las personas, aliviado al estar un poco más libre y con algo de espacio.

-¡Macaque!- él le dijo que sí alguna vez lo necesitaba, solo tenía que gritar. -¡Macaque!- miro a su alrededor, ansioso de poder ver al par de monos disfrazados corriendo hacia él pero es entonces cuando nota algo particular. Un hombre parado no muy lejos de donde está, luciendo una expresión casi aburrida en su rostro mientras mantenía sus manos ocultas en las holgada mangas de su rara ropa. Lo miró fijamente por unos segundos, un rostro familiar viniendo a su mente como un golpe repentino. -¿T-Tío Tang?- jadeo, incluso sin las características de su especie, era fácil de reconocer. Aunque tenía que decir que esa cosa en su rostro era algo nuevo. -¡Tío Tang!- corrió antes de pensarlo mejor, su voz llegando al hombre al parecer por la forma en la que se volteo.

-¿Xiaotian?- sus ojos se abrieron con asombro, aunque su cuerpo reaccionó, avanzando a grandes pasos para acortar la distancia y justo cuando estuvieron cerca, el niño salto, sollozando mientras sentía que lo abrazaban. -¡Xiaotian!- Tang jadeo, sujetando al menor con firmeza contra su pecho, sin poder entender o creer que estuviera allí, aunque dejó eso en el fondo de su mente para después, más concentrado en consolar al pequeño que ahora estaba manchando su hombre con lágrimas. -Oh, mi pequeño sobrino...- arrullo con voz dulce, ajustando su agarre solo para poder enderezarse, acariciando con suavidad su espalda. -...todo estará bien, estoy justo aquí- tarde un poco pero el niño se obligó a calmar su llanto.

-Te extrañe mucho, tío Tang- murmuró contra su hombro, contento de poder verlo después de unos meses.

-Y yo a ti, Xiaotian- dejó escapar un largo suspiro, incluso si estaba confundido, había un gran alivio y felicidad de tener al pequeño entre sus brazos.

-Soy...- MK se separó un poco, limpiándose las mejillas con sus manos y parpadeando, sus ojos irritados. -Soy MK- incluso si era lindo escuchar su nombre, adoraba su apodo.

-¿MK?- Tang parpadeo, sorprendido. Quería preguntar pero podía hacerlo más tarde. -Esta bien, MK será- y ahí fue cuando sus ojos se fijaron en la perla de la pulsera que rodeaba la muñeca del niño. -La perla de tu madre- ahora frunció el ceño, apenas, una sensación pesada y llena de miedo creciendo en su pecho. -¿Qué fue lo que pasó?-

-Nos atacaron...- el cuerpo del mayor tensándose ante eso. -...y lastimaron a muchos pero...también se llevaron a otros...- hizo un puchero, pasando sus manos por la suave tela de la ropa ajena. -...se llevaron a mamá y a papá-

-Lo siento mucho, MK- susurro, dolido al escuchar eso, dejando un suave y muy ligero beso contra la frente del menor, quien se apoyo en el toque. -¿Cuanto tiempo...llevas así?- se refería a la parte de tener piernas y estar bien vestido.

-Unos meses- tarareo. -¡Tengo quienes me cuiden!- hablo, sus ojos brillando con emoción, sin notar la ligera conmoción en el rostro del mayor. -Aunque ahora los perdí- bufo. Tang abrió la boca, dispuesto a preguntar sobre aquello pero una voz lo interrumpió.

-¡MK!- los ojos del menor brillan cuando ven los ojos dorados y el cabello castaño, seguido de de alguien con el cabello oscuro, ambos luciendo aliviados de verlo.

-¡Monkey King!- se inclina, estirando los brazos, el hombre apenas pudiendo parpadear antes de que el menor fuera arrebatado de su agarre. -¡Me encontraste!- chilla con una sonrisa al ser alzado, logrando agitar sus extremidades con emoción antes de ser apretado.

-¡Kid!- Wukong lo abrazo, suave y firme, aliviado de tenerlo entre sus brazos luego de haberlo perdido de vista solo unos segundos. -Oh, niño escurridizo, que susto que me diste- susurra con puro cariño en su tono, llenando de besos el pequeño rostro, recibiendo risas como respuesta.

-Lo siento- logra decir entre risas, pudiendo ver al de cabello negro cuando el dios se detuvo. -¡Macaque!- su sonrisa se agrando, extendiendo las manos, y aunque el mayor no se ve muy feliz, lo entrega con un puchero. -Te llame, como dijiste- se ve orgulloso. -¿Me escuchaste? ¿Me escuchaste?-

-Por supuesto que te escuche- el domador de sombras suspira con alivio, rozando la frente ajena con su nariz antes de darle un firme beso.

-Supongo que ustedes son sus cuidadores- Tang hablo, algo tenso y sorprendido, sin saber cómo digerir exactamente la escena que está presenciando. El par lo mira fijamente, el agarre sobre el menor haciéndose un poco más firme, luciendo de repente amenazantes.

-¿Quién eres tú?- preguntaron, frunciendo el ceño.

-Mi nombre es Tang...- se presentó, algo intimidado por la mirada fija y llena de promesas llenas de amenazas. -...y soy...-

-¡Es mi tío!- anunció el niño con emoción, señalando al hombre, quien parece encogerse aún más ante las miradas fijas. Hay una tensión obvia entre ellos, una que el menor parece ignorar o no se da cuenta, aunque el extraño y repentino silencio es roto por una nueva presencia. 

-Oh, rayos- se volteando ante la nueva voz, viendo al demonio cerdo de baja estatura y sosteniendo bolsas llenas, luciendo cansado y molesto mientras los mira. -¿En que problemas te metiste ahora?- miro específicamente a Tang, quien se encogió y soltó una risa nerviosa.

-¡¿Por qué piensas lo peor de mí?!- chilla, algo ofendido. MK se ríe, sin entender del todo la situación, pero divertido ante la expresión de su tío.

Pequeño TritónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora