Hola Otra Vez

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Espero que les guste~

Nota: Se me ocurrió que antes de ir a la ciudad, MK tendría que enfrentar una parte de su miedo. Por lo menos, así se empieza ^_^

La decisión de llevar al pequeño tritón con piernas a la ciudad era algo que rondaba por la mente de ambos monos. Sonaba bien, en teoría, le daría la oportunidad al chico de poder explorar un nuevo lugar y ver más caras de lo usual pero estaba el pequeño problema del miedo de este a los humanos. No lo culpaban, no después de lo que había vivió, aunque aun era preocupante.

Así que decidieron idear un plan...más o menos. 

-¿Estás seguro de esto?- Macaque enarco una ceja, cruzándose de brazos.

-Por supuesto que si- sonrío Wukong, con el pecho hinchado lleno de confianza, negándose a mostrar el ligero nerviosismo que crecía en su interior y alentado por un pequeño miedo. El niño había reaccionado tan mal la última vez que esa era su principal preocupación.

-No confió en ti y en tu estupidez- gruño Nezha, quien a pesar de verse enojado, estaba muy nervioso y ansioso. La primera impresión que había causado no fue la mejor, y aceptaba que en parte su culpa, pero esperaba poder arreglar todo...en serio que lo esperaba.

-Pues no tienes muchas opciones...- lo miro con el ceño fruncido, sonriendo al poco tiempo con algo de burla. -...te quedas y lo intentas o te largas y no vuelves, tu decisión- hizo un gesto, fingiendo desinterés, aunque sabía lo que el otro iba a hacer. El príncipe era orgulloso y terco, pero por sobre todo era protector de los niños y haber hecho llorar a uno no era exactamente algo que le gustaba.

-...te odio...- gruño con los dientes apretados y mandando una mirada de muerte al divertido dios que le mostraba una gran y radiante sonrisa, el domador de sombras desviando la vista y bufando con diversión.

-¡Decidido!- Wukong se paro derecho, dándose media vuelta. -¡Síganme los buenos!- rodeo la muñeca de Nezha con su cola y avanzo a paso rápido, obligándolo a seguirlo después de tropezar.

-Espero que esto no salga tan mal- Macaque suspiro y los siguió, sus auriculares especiales de cancelación de ruido colgando de su cuello por si las dudas. Salieron y fueron directamente a al estanque recientemente agregado, viendo las pequeñas burbujas que reventaban en la superficie, señal de que el chico estaba en el fondo.

Eso no era del todo mentira.

MK se permitió hundirse felizmente en su estanque, abriendo la boca suavemente para hacer pequeñas burbujas y viéndolas subir hasta reventar en la superficie. Tarareo suavemente, jugando ligeramente con su pequeño pato naranja.

-¡MK!- se animo ante la voz del domador de sombras y no dudo en impulsarse hacia arriba, mostrándole una gran sonrisa a su amigo de pelaje oscuro, acción que murió en el instante en el que sus ojos oscuros se fijaron en el invitado repentino. Jadeo, sorprendido, esforzándose por suprimir el rostro de los humanos que lo habían lastimado y fallando un poco, retrocediendo y hundiéndose hasta dejar solo sus ojos visibles.

-Te dije que esto era una mala idea- Nezha miro al rey con el ceño fruncido, dolido por la reacción del menor. Wukong abrió la boca, cerrándola cuando una cola de pelaje negro golpeo bruscamente su rostro, sin poder reclamar al ver a su contraparte acercarse al estanque.

-Hey Kid...- Macaque se arrodillo lentamente en la orilla del estanque, mostrando una suave y amable sonrisa, manteniendo las manos a la vista solo por seguridad. No quería hacer algo que hiciera que el niño se sintiera atacado y provocar ese sonoro grito rompe tímpanos. -...¿quieres acercarte?- MK negó rápidamente con la cabeza. -Y si me siento aquí, ¿te vas a acercar?- hizo un gesto hacia el borde.

-¿No vas a dejar que me lastime?- subió un poco más para susurrar, tímido y asustado.

-Por supuesto, lo golpeare si intenta algo- aseguro sin dudar, ignorando el sonido ahogado y la mirada ofendida que vino del príncipe. MK asintió después de unos segundos y esa fue la señal que tomo el domador de sombras para sacarse los zapatos, sentándose en el borde y hundiendo sin mucho problema las piernas en el agua, sin molestarse ante la sensación de su ropa y su pelaje mojado. Eso se podía secar después. -Ven aquí- el tritón se apresuro a avanzar, colocándose entre las piernas hundidas y asomándose por encima de la rodilla del mono para ver al invasor, encogiéndose cuando sus ojos se encontraron con los del desconocido. -Tranquilo- paso suavemente su mano por el cabello castaño.

-¿Recuerdas que te dije que él no era humano?- pregunto Wukong una vez que el menor consiguió refugio. MK asintió quedamente, le habían explicado la diferencia entre los humanos y el tal Nezha pero eso no significaba que su parecido físico no desenterrara malos recuerdos. -Pues el vino a disculparse- se acerco y se sentó el el borde, mostrando una amable sonrisa. -¿Quieres escucharlo o quieres que lo eche?- Macaque le había dado un larga y horrible conferencia sobre lo que debía y no debía hacer con un niño traumatizado, uno de los tantos consejos siendo que debía darle opciones para que no se sintiera acorralado.

-Ok- dar una oportunidad de hablar, eso es algo que podía hacer.

-Yo...traje un regalo de disculpa- el príncipe se acerco con pasos lentos, dejando cerca del estanque una extraña flor de tonos rosas que se había formado en sus manos, retrocediendo al mismo tiempo que los pétalos se abrían y mostraban su muestra de paz. La boca de MK se abrió, sus ojos brillaron ante el pez de color brillante y gran tamaño, relamiéndose los labios al verlo removerse constantemente en un intento de escapar de seguro. Se veía raro, un pez que nunca había visto, pero no podía oler veneno, así que estaba emocionado por probarlo. -Me...disculpo, por haberte asustado y haberte hecho llorar. No fue mi intención- se sentia raro disculparse pero sentía que el niño se lo merecía.

-Oh...- MK lo miro fijamente, analizándolo con curiosidad. Se estaba disculpando y podía ver el genuino arrepentimiento brillando en los ojos de él, su postura siendo algo triste y nervioso, como si temiera su respuesta. Eso alejo poco a poco los recuerdos de los rostros temibles y amenazantes de los cazadores. Miro de reojo a los monos, ambos atentos pero relajados y por su actitud, conocían al desconocido. Macaque y Wukong son amables, confiaba en ellos para cuidarlo y no dejar que alguien con malas intenciones hacia su especie se le acercara. Así que decidió darle al otro otra oportunidad. -Soy MK- extendió su mano, temblando aun pero decidido. No pudo notar el suspiro que salió de los monos, ambos aliviados por la falta de llanto y gritos.

-Hola, MK...- Nezha se acerco con mucho cuidado, arrodillándose a una distancia respetable y tomando muy suavemente la pequeña mano temblorosa en un agarre suelto, mostrando la sonrisa más amable que pudo. No podía describir la sensación de alivio que lo estaba inundando, no lo había vuelto a asustar, ese era su objetivo. -...soy Nezha- MK pudo sentir la suave y fresca piel, notando entonces un detalle que llamo su atención.

-...tienes orejas puntiagudas...- y por alguna razón, su comentario pareció romper la ligera tensión entre ellos, Wukong soltando una carcajada llena de burla y Macaque escondiendo su propia risa tras su mano libre, Nezha mandándoles una mirada de muerte mientras MK se veía confundido.

Pequeño TritónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora