Parte 1

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Nació. ¡Nació! Es niña.
Nace Ámbar, bautizada por su madre.

¿Quién es Ámbar?
Una niña hermosa de ojos azules y enormes. De cabellos lisos y castaños. De sonrisa cautivadora.
Nace en perfecto estado.
Nace con una sonrisa.

A sus 6 años aprende a leer y escribir. Inteligente, risueña y talentosa. Aprende a bailar, dibujar y canta como un ángel.

Es manipuladora, sí y mucho. Sabe encantar y convencer. Es despiadada con el que odia y odia muy muy rápido.

La niña es perfecta. La niña es hermosa.
La niña es muy bonita. Roba la atención donde pasa, es un comercial andante, es una niña de porcelana y es brillante. Todas las mañanas se ve perfecta.

A los 9 años ha ganado todos los concursos de belleza, sin esfuerzo. Es gimnasta, cantante, bailarina y patinadora excepcional. Aprende rápido y sin errores.

A los 13 años azota una tragedia. Un vuelco del destino. Los padres de la niña más bonita del mundo tienen un accidente. Ambos mueren. Ámbar queda huérfana y es la portada de todos los periódicos locales, de algunos internacionales y de los noticieros. Durante casi dos meses no se habla de otra cosa.

Ámbar se va a vivir con sus abuelos paternos. Una señora de 67 años y su esposo de 70 años. Es la única nieta de su único hijo. Tienen mucho dinero y viven en un castillo.

Sí, escuchaste bien. ¡Un castillo! El único de la ciudad y se ve desde todos lados. Está en la costa y desde la ventana del living se vislumbra un acantilado directo al mar. Es hermoso, pero vertiginoso.

Sus abuelos le dan de todo. La llenan de juguetes y, sobre todo, de un afecto y devoción absoluta. A la niña no se le puede gritar, castigar o llevarle la contra. Por más testaruda y malhumorada que se ponga. Por más azotes en la puerta y pataletas.

Así crece la niña.

Niña BonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora