Niña Bonita

Parte 7

Nadie quiere decirle a Kas que debe ir al psiquiatra. Ámbar lo hace en la sala de clases, casi delante de todos. Les ha tocado ser compañeros, tiene que verlo todos los días y al menos ahora le ha tocado esta satisfacción. Ve la cara del bastardo desmoronarse.

De inmediato el rumor es que está loco. Al no asumir o decir nada, los compañeros inventan historias de abuso sexual, explotación infantil y enfermedades graves del trauma. La mayoría la verdad va por el lado sexual.

Ámbar descubre que en todas las teorías,  Kas queda como una víctima. Si bien los rumores le molestan al bastardo y algunos compañeros hacen bromas sexuales, más bien orientadas a la homosexualidad, la mayor parte de la comunidad le tiene lástima.

Los planes de niña bonita cambian. Si sigue creando rumores en que su papel sea víctima, lo siguen viendo como un perrito bajo la lluvia que deben acoger. Si por otro lado, ella intenta resaltar de cualquier forma, se ve patético.

Un día tiene una idea. Hace tiempo está pensando qué hacer con esa noticia sobre su hermana. Primero piensa en buscarla y saber de ella, pero después su dirección va por otro lado. No es necesario conocer la verdad para crear una historia. Son dos cosas distintas.

De manera muy inteligente crea el rumor que Kas ha abusado sexualmente de su hermana menor. Ese es el motivo para que lo metieran en un orfanato. Es el motivo del porqué está solo y nadie pregunta por él.

La forma de introducir esta historia es una idea que le da a su mejor amiga Paula. La verdad es que Paula se cree todo. Le dice que Kas un día estaba en la computadora mirando imágenes de niñas pequeñas en ropa interior. Pero Paula necesita más para crear esta historia, así que le debe dar otro empujón. Agrega que como tiene una hermana menor que "no le dejan verla", algo que inventa en el minuto, tiene miedo que sea por...

...Y ve la cara de Paula palidecer y sus ojos abriese. A caído la muy tonta. Es una amiga perfecta. Ingenua, dramática y leal, además de muy chismosa.

Ámbar  agrega a todo eso que no le diga a nadie  y que por favor no la mencione. Así se completa la historia. Ella ni siquiera es mencionada, pero al crecer el rumor en redes sociales y grupos de WhatsApp, también empiezan a pensar que Ámbar corre peligro.

Eso le alegra mucho. El bastardo se convierte de víctima a villano. Lo empiezan a acosar, perseguir, golpear, humillar, etc etc. Primero no tiene idea porqué. Luego va uniendo la historia, no es tonto, ni una pizca.

—Se están peleando en la plaza —le dice Paula una mañana. Es muy temprano todavía—. Kas y Vicente.

Vicente es el más alto de la escuela. Ha quedado repitiendo como cuatro veces. Es prácticamente ya un adulto.

Ámbar no quiere perderse la diversión. Todo el colegio está en la plaza. Vicente tiene a Kas golpeado y en el suelo. Está completamente acorralado.

—Dicen que Kas intentó hacerle algo a Rodri, el hermanito de Vicente —comenta Paula—. Los pillaron saliendo de los baños y el niño lloraba.

Ámbar se queda pensando. Por un momento siente un poder oscuro y sobrenatural en sus manos. Y no le da miedo, le da excitación.

Su mente divaga, pero vuelve al presente. Kas se ha puesto de pie y su mirada cambia. Nunca lo han visto de esa forma. Mientras Vicente se siente superior en todos los sentidos, Kas lo derriba desde las piernas y, sin detenerse ni a respirar, se pone sobre él y le da un golpe tras otro en la cara. Es muy inesperado.

Los profesores llegan para separar a los dos jóvenes. Si no llegan, Kas lo mata. Hay sangre por todos lados. Vicente tiene la nariz deforme y ha perdido tres dientes. Aparte de eso, sigue consciente, al parecer la sangre es lo más impresionante de la escena.

—Tenemos que hablar —dice la abuela en la cena de ese mismo día. Estuvo callada todo el camino hasta la casa—. Kas, hemos hablado con el director, con los profesores, con la junta de apoderados y con los papás de Vicente. Sabemos lo que se cuenta y queremos escucharlo de ti.

Ámbar almuerza escondiendo una sonrisa. Que gratificante momento. La cara del bastardo. La expresión de la abuela. La decepción del abuelo. Es una escena maravillosa.

Kas no come. No mira a nadie.

—¿Quieren preguntar si violé a mi hermanita? ¿O quieren saber si le hice algo al hermano de Vicente?

La abuela no suaviza ni la mirada ni el tono.

—Ambas cosas.

Kas levanta la mirada y responde.